Los padres del menor piden que se vaya de La Zubia

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Alejamiento presunto cura abusador

RD, Miércoles, 7 de febrero 2007

Los padres de un niño de 14 años, que denunció a un sacerdote de Granada por presuntos abusos sexuales, han solicitado una orden de alejamiento para evitar que el clérigo vuelva a acercarse a su hijo, y consideran que debió ser encarcelado para 'evitar que haga lo mismo a otros niños'.

Así lo explicó hoy a Efe su padre, Rafael Guevara, quien apuntó que están 'indignados' porque la Guardia Civil dejó en libertad con cargos al cura después de tomarle declaración.

La familia Guevara vive en La Zubia, un municipio del área metropolitana de Granada, en el que también reside el sacerdote denunciado, Cayetano E.E., que comparte vivienda con una hermana.

Aunque el menor acudía semanalmente a clases de apoyo de catequesis en la misma iglesia en la que Cayetano las imparte, la parroquia del Angel Custodio del barrio del Zaidín de Granada, sólo coincidieron dos tardes en el autobús de regreso a La Zubia, momentos que, según Rafael Guevara, el cura aprovechó para 'piropear' al niño, 'tocarle los muslos y rozar su miembro viril contra el trasero' de su hijo.

El menor decidió acudir por su cuenta a la Guardia Civil acompañado de una amiga, pero, al encontrarse en la puerta del cuartel con un vecino y conocido de la familia, que es agente del instituto armado, 'se avergonzó y puso la excusa de que estaba preparando un trabajo sobre abusos sexuales en el Instituto y necesita informarse sobre cómo denunciarlos', según relató a Efe la madre del menor, Francisca Maldonado.

Lo más grave, según la madre, se produjo en la tarde del pasado domingo, cuando el niño se bajó del autobús en el que regresaba de hacer unas compras en la capital en compañía de un amigo.

El sacerdote, que, según Francisca, 'ya sabía dónde vive' el niño, se encontraba al parecer esperándole, y una vez que éste bajó del autobús, le siguió durante un trecho hasta que 'le agarró del brazo y se lo llevó detrás de un bar, a un callejón, y le dijo que se quitara el pantalón', a lo que el menor le contestó que no, 'y entonces el cura lo empujó contra la pared y empezó a manosearlo, toquetearlo, y se bajó su pantalón', aseguró.

El niño logró zafarse del sacerdote y salió huyendo a casa de sus padres, a quien finalmente les contó todo 'porque ya no podía más y estalló, estaba desesperado', indicó la madre.

'Esa noche lo estuve buscando por el pueblo y, si lo encuentro, lo mato', reconoció Rafael Guevara, quien tuvo que aguardar hasta el día siguiente, cuando su hijo vio a Cayetano E.E. en una parada de autobús del pueblo y avisó a su padre.

'Fui hasta la parada y le dije que no se iba a mover de allí hasta que viniera la Guardia Civil. El lo negó todo y me dijo que me iba a denunciar', recordó Rafael.

Ahora asegura que toda la familia se siente 'muy mal' e 'impotente' ante la puesta en libertad con cargos del sacerdote, por lo que confían en que 'al menos' se dicte la orden de alejamiento.

Por su parte, la madre del menor explicó que en la denuncia ante la Guardia Civil presentó el testimonio de varios testigos, entre ellos el de una vecina de La Zubia que, en una ocasión, vio cómo al bajarse del autobús 'el cura le agarró de la capucha a mi niño, pidiéndole que no se fuera, y luego empezó a tocarle la cintura y el culo', ante lo que el chico salió corriendo hasta donde se encontraba la mujer, a quien le contó lo que pasaba.

Los padres también han aportado, como prueba de las presuntas agresiones, una grabación realizada por un amigo del menor con su móvil en el interior del autobús en el que coincidió con el sacerdote, en las que 'se ve al niño echándose para el cristal, y al cura inclinado hacia él, riéndose', explicó la madre que, no obstante, reconoció que las imágenes no son muy explícitas porque 'se ven bastante borrosas'.

Según sus progenitores, al conocer que el sacerdote había quedado en libertad con cargos, el menor 'se encerró' ayer en casa y 'no fue todo el día al instituto', aunque hoy regresó a las clases, en Granada.