Enrique de Castro, el "cura rojo" de Entrevías

clipping

«¿Una copa de oro o una vasija?»

RD, Martes, 10 de abril 2007

El párroco de San Carlos Borromeo, Enrique de Castro, criticó este martes la decisión del Vaticano de cerrar la iglesia como lugar de culto por los denominados "abusos litúrgicos" y cuestionó por qué la Iglesia es tajante con la liturgia de los pobres y no con la de "oro y plata" y oropeles.
"¿Por qué hablamos de ser tajantes con una liturgia que es tomar el pan que amasamos, por qué no somos tajantes con una liturgia de oro y plata?, ¿Por qué no somos tajantes con una liturgia que escandaliza a los pobres por los ropajes, por los oropeles?. La pregunta es ¿Una copa de oro o una vasija?", preguntó en declaraciones a Televisión Española. "La liturgia de Jesús era una mesa de pobres y para pobres, donde se acercaban de diferentes religiones, agnósticos, ...", recordó. "La liturgia cristiana es compartir y si no compartimos, dejemos la liturgia porque no sirve para nada, son ritos vacíos y muertos. Si no descubrimos que somos todos iguales, curas, obispos o chavales de la calle, si no somos capaces de ver que un musulmán puede estar con nosotros", dijo.

"La fe no es producto de la educación, es producto de la vivencia. Si el mensaje lo acercamos a la calle, la gente lo ve, se entera, se da cuenta. Creo que no tenemos que imponer mantener unos privilegios (...) No he visto nunca un código moral en el Evangelio", manifestó. El párroco dijo además no estar dispuesto a abandonar su actividad ni la Iglesia católica. "No estamos defendiendo un lugar, ni unas paredes, ni por eso nos vamos a pelear", declaró. "Viví y nací en el seno de una tradición religiosa. Me han inculcado muchos valores y hay cosas que yo he dejado de concebir de esa manera, pero yo no me tengo que ir de ningún lado", planteó. 

Asimismo, De Castro apuntó que hasta el momento nadie les ha preguntado nada sobre su fe y sobre su opinión de la Iglesia, aunque reconoció que algunas de sus declaraciones sobre las decisiones de la Iglesia en algunos temas, sobre "la ceremonia fastuosa en el Vaticano" cuando murió el Papa o ciertas acciones llevadas a cabo (encierros y manifestaciones) pueden haber molestado a determinados sectores de la Iglesia que ahora tienen poder en Roma. "Antes, hasta Pablo VI, una organización como el Opus Dei era poco acogida, pero eso ha variado y ese movimiento, como Comunión y Liberación y Legionarios de Cristo, tiene ahora más poder. El Vaticano II se va durmiendo, y ahora (estos organizaciones) tienen la oportunidad de que en el Vaticano se les oiga", manifestó. 

En este sentido, el párroco apuntó que sus parroquianos plantean al arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, por qué no cree en "su fe", y más cuando él mismo se comprometió a no cerrarla. "El Obsipo dijo en mayo del año pasado que no iba a cerrar la parroquia y ahora nos dicen que la van a cerrar, y la gente se ha sentido mal", declaró. A su juicio, están colisionando dos formas de entender el cristianismo, puesto que hay obispos con diferentes ideas sobre "la disociación entre la Fe y la acción social". Por otra parte, De Castro rechazó pedir al Ayuntamiento de Madrid un terreno para que puedan desarrollar su actividad en el futuro. "Si se reclaman los terrenos, que sean por otras cosas. Yo pediría terrenos para viviendas que hagan accesible cobijarse a las personas que no tienen nada. Esa reivindicación me parecería estupenda", dijo.