El Papa se despide de Brasil: "Fe no es ideología"

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«Moito obrigado, Bento XVI»

PD/Agencias, Domingo, 13 de mayo 2007

El papa Benedicto XVI pidió a los obispos de toda América que sean misioneros fieles y eficaces para evangelizar el continente, pero les recordó que la fe de la Iglesia católica no es una ideología política ni un movimiento social ni un sistema económico.

Ese fue el mensaje central del pontífice en la homilía de la misa campal que inauguró la V Conferencia General del Episcopado de Latinoamérica y el Caribe, en una ceremonia que el domingo convocó a más de 150.000 personas frente al monumental santuario de Aparecida.

"La Iglesia no hace proselitismo", afirmó Benedicto, en el quinto y último día de su visita a Brasil y primera al continente. "Crece mucho más por atracción: como Cristo atrae todo a sí con la fuerza de su amor, que culminó en el sacrificio de la cruz, así la Iglesia cumple su misión en la medida en la que, asociada a Cristo, cumple su obra conformándose en espíritu y concretamente con la caridad de su Señor".

"Este es el rico tesoro del continente latinoamericano", agregó el pontífice, que vestía el traje litúrgico solemne con mitra, palio blanco con cruces oscuras y túnica dorada. "Este es su patrimonio más valioso: la fe en Dios amor, que reveló su rostro en Jesucristo".

"Esta es la fe que hizo de Latinoamérica el Continente de la Esperanza", dijo Benedicto sentado en un sillón con respaldo de madera, delante de una enorme figura de Cristo emplazada sobre el frente de la basílica y flanqueado por los concelebrantes. "No es una ideología política, ni un movimiento social, como tampoco un sistema económico: es la fe en Dios Amor, encarnado, muerto y resucitado en Jesucristo, el auténtico fundamento de esta esperanza que produjo frutos tan magníficos desde la primera evangelización hasta hoy".

Miles de personas aguardaron durante toda la noche frente a la basílica y durmieron a la intemperie para asegurarse los mejores lugares en la ceremonia del domingo por la mañana.

Algunos montaron pequeñas carpas, pero la mayoría durmió en una abigarrada multitud sobre sacos de dormir, ropa de cama, mantas o abrigos tendidos en el piso. Entusiastas grupos juveniles pasaron casi toda la noche cantando al ritmo de guitarras, bongoes y cornetas y exhibiendo orgullosos las banderas de sus países.

En el Día de la Madre, el obispo de Aparecida, Raymundo Damasceno Assis, le pidió al pontífice en su salutación que la conferencia de obispos que sesionará hasta el 31 de mayo en Aparecida, "bajo la inspiración de María, sea una luz para orientar la misión de la mujer latinoamericana y caribeña en la implantación de la civilización del amor en nuestros países".

"Estamos lejos de resolver nuestras graves cuestiones sociales, entre tantas otras la miseria y la violencia", agregó el obispo brasileño en una mañana otoñal radiante de sol. "Esperamos que la V Conferencia resulte, en el ámbito continental, en una misión ardorosa y fecunda para anunciar en todas las naciones latinoamericanas y caribeñas a Jesucristo, único salvador del mundo".

La conferencia es una de las reuniones que realiza la Iglesia a nivel continental, en la que traza su orientación para la década siguiente. Las anteriores fueron en Río de Janeiro (1955), Medellín (1968), Puebla, México (1979) y Santo Domingo (1992).

David Silva Ribeiro, un retirado de 63 años que escuchaba las palabras de Benedicto en la amplísima explanada que semicircunda la imponente basílica, comentó con entusiasmo que "nos sentimos renovados; se ve que los jóvenes están contentos, se les refleja la fe en los ojos. Eso es muy importante".

"Me gusta mucho este Papa", agregó. "Pero decididamente no es como Juan Pablo II, que tenía mucho más carisma. Parece que a la gente le gustaba mucho más él que éste, pero no sé, quizás esté equivocado. Creo que éste es más radical en sus posiciones, mientras que Juan Pablo era más ecuménico". De sus 18 viajes a Latinoamérica, Juan Pablo II dedicó tres a Brasil y pasó también por Río de Janeiro rumbo a Argentina en 1982.