50 aniversario coronación de Nuestra Señora del Prado

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Cardenal Cañizares: «Dios se ha volcado con Talavera»

, Jueves, 31 de mayo 2007

Aproximadamente 2000 personas se dieron cita ayer, día 30 de Mayo, en la basílica talaverana cuya titular es la Virgen del Prado, patrona de la ciudad de Talavera de la Reina. Se trataba de la penúltima celebración solemne del Año Jubilar concedido por la Penitenciaría Apostólica en el cincuentenario de la Coronación Canónica de Ntra. Sra. del Prado.

Dicho Año Jubilar dio comienzo el pasado 30 de Mayo de 2006 y a lo largo de los meses pasados han pasado por la Basílica de Ntra. Sra. del Prado miles de personas gracias a este “acontecimiento espiritual, que no deja de ser una oportunidad de profundizar en la devoción y en el amor a la Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, y aprender de ella a vivir con plena coherencia la fe en Dios y el amor que brota de Él”, según explican desde la misma basílica talaverana.

Tanto los niños como los ancianos, así como las familias, los jóvenes, profesores, catequistas, etc. han podido ser testigos de esta gracia jubilar de este año a través de las diversas jornadas jubilares que se han venido desarrollando en la ciudad de Talavera.

También hay que tener en cuenta las diversas actividades culturales a raíz de esta año jubilar entre las que cabe destacar la exposición de arte sacro e historia “Mater Regina” abierta al público hasta el próximo 3 de Junio.

Hacia las 6 de la tarde tuvo lugar el ritual de “Bajada de la Virgen” en el que a través de un sistema mecánico tiene lugar la bajada de la imagen de la Virgen del Prado desde su camarín hasta el altar mayor.

Fue el Cardenal Arzobispo de Toledo, D. Antonio Cañizares quien presidió la Solemne Eucaristía que conmemoraba la fecha histórica del 30 de Mayo de 1957, cuando el entonces Cardenal Primado D. Enrique Pla y Deniel colocaba una corona sobre la imagen de Ntra. Sra. del Prado. De esta manera lla Iglesia reconocía solemnemente, además de la antigüedad e importancia histórica de la imagen y de la advocación de Nuestra Señora la Virgen del Prado, de Talavera de la Reina, sobre todo, la profunda devoción hacia Ella en esta ciudad y en toda su amplia comarca».

En su homilía Mons. Cañizares resaltaba lo siguiente:
 
"¿Cómo no reconocer la inmensa misericordia que Dios tiene con nosotros al finalizar este Año Jubilar? Este año, en que con ocasión de los 50 Años de la Coronación Canónica de Ntra. Sra. del Prado, Talavera y toda la diócesis de Toledo se ha estado acercando hasta este santuario para invocar por intercesión de la Virgen María la misericordia de Dios Padre. Podemos decir al finalizar este Año: Dios ha estado grande y estamos alegres. Sólo Dios lo sabe, los frutos de conversión que ha habido. Los sacerdotes de la Basílica sois testigos de cuántas gentes se han acercado al Sacramento de la Penitencia en una verdadera transformación del Señor, obra de la gracia suya. Es Dios mismo que por intercesión de María, Ntra. Sra. del Prado, se ha volcado con todos los que por aquí se han acercado.

Todo este Año nos ha hecho abrir nuestro corazón a la Santísima Virgen María, la que es proclamada dichosa porque ha creído, la que es la Madre de Dios, la que es la más grande porque se hizo esclava. Y precisamente por eso, por haberse hecho la Esclava del Señor, Dios ha enviado su Hijo Único al mundo, que por obra del Espíritu Santo ha tomado carne de la Santísima Virgen María y de Ella ha nacido el que es Salvador y Esperanza para todos los hombres. Porque Ella se ha entregado enteramente a la voluntad de Dios, por eso para nosotros Dios nos ha entregado su Hijo venido en carne, nacido en la plenitud de los tiempos de María y en Él, en su Hijo, hemos conocido el Amor. En esto lo hemos conocido, en que Dios ha enviado su Hijo porque la Virgen María ha cumplido enteramente la Voluntad de Dios. ¿Qué sería de todos los pueblos sin ese Sí de María, sin ese Hágase, como Tú quieres que se cumpla en Mí tu palabra? Todavía estaríamos en las más grandes de las miserias. No habría esperanza para los hombres…

La Virgen María nos hace mirar a Dios. Dios por encima de todo. Dios a quien nadie se le puede comparar. Dios ante Quien es necesario, para que el hombre sea grande, para que el hombre tenga toda la dignidad inconmesurable, para que viva en la alegría de ser querido por Dios… Porque Ella nos muestra a Dios, a un Dios que solamente entregándonos a Él es como hay esperanza para los hombres. (…)

Queridos hermanos no olvidéis esto jamás en estos momentos en que se trata de imponer un laicismo grande, donde Dios quede reducido enteramente a la esfera de lo privado, donde Dios no pueda influir para nada en la vida de los hombres, porque los hombres creen que solamente ellos pueden arreglárselas, ellos pueden construir el mundo, ellos por sí solos pueden edificar una humanidad nueva. No hay humanidad nueva sin Dios. No hay hombres nuevos sin Dios-Cristo. No hay hombres nuevos sin Jesucristo. No hay liberación verdadera para los hombres si no es en Jesucristo. No hay grandeza del hombre si no es precisamente en esa dignidad que el hombre recurra en Jesucristo. No hay nada en lo que se pueda fundamentar los derechos humanos fundamentales si no es en esa dignidad y grandeza del hombre que es creado por Dios y redimido también por su Hijo Jesucristo y esto el laicismo lo niega. Y hemos de decirlo con toda claridad. Y sencillamente hemos de testificar al Dios vivo. Hemos de apostar por el futuro y el laicismo no es apostar por el futuro. No se apuesta por el futuro, en absoluto. Se apuesta por la destrucción del hombre. 

A lo largo de este año hemos escuchado como dicho hoy mismo por ella: “Haced lo que Él os diga”. Ella que es la toda santa, la llena del Espíritu Santo, la que invadida por el Espíritu Santo vive y da la vida plenamente de santidad y nos muestra cuál es nuestra vocación: Ser Santos, vivir de la gracia de Dios.
Ella nos muestra que ese vivir del Espíritu Santo es vivir de la santidad, es vivir en la vida de amor, en la vida de servir, Ella es la servidora de todos. Ella es la mujer orante, la mujer suplicante, la que muestra esa vida de santidad, esa vida de gracia en una vida de trato y amistad con Dios, de súplica y reconocimiento de que todo viene de Él.

Aprendemos de María y aprendemos de que la vida cristiana es una vida para cumplir la voluntad de Dios, para hacer lo que Dios quiera como rezamos en el Padre Nuestro todos los días”.

Una vez concluida la Eucaristía dio comienzo la procesión con la imagen de Ntra. Sra. del Prado por las calles de la ciudad hasta llegar a la Iglesia Colegial de Sta. María, La Mayor, donde durante toda la noche se ha desarrollado una vigilia de oración junto a la Imagen de la Virgen del Prado, en la que han participado las distintas parroquias y movimientos de Talavera.

Hoy, Jueves 31 de Mayo se celebrará el colofón de dicho Año Jubilar con la Misa de Clausura del mismo, también presidida por el Cardenal D. Antonio Cañizares. Se espera la participación de un centenar de sacerdotes provenientes de toda la diócesis, así como la integridad del Seminario Mayor de Toledo, cuya “Schola Cantorum” animará el canto de la Solemne celebración del día 31. Igualmente se unirán, junto con las Cofradías y Hermandades de nuestra ciudad, otras provenientes de diversas parroquias de la comarca y de toda la diócesis.

El altar de la Solemne Eucaristía del día 31 se levanta sobre una amplia plataforma cubierta, de más de 200 m2, desde donde podrán seguir la celebración cuantos participen en la misma. Para su adorno, se cuenta con la colaboración altruista de floristerías de Talavera y de otros lugares de la provincia de Toledo.

Además de los servicios municipales, de la Policía Municipal, Cruz Roja y Protección Civil, la Comisión Organizadora cuenta con la colaboración de más de un centenar de voluntarios de grupos parroquiales y movimientos eclesiales, de cofradías y hermandades, que garantizarán el correcto desarrollo de los actos y la atención a todos los participantes.