La asociación Cristianismo del Siglo XXI, el Centre Francesc Eiximenis y la Lliga Espiritual Mare de Déu de Montserrat han recurrido la decisión del Tribunal de la Rota Romana de no admitir a trámite su denuncia contra la Conferencia Episcopal Española (CEE) por algunos de los contenidos de la cadena COPE.

En julio de 2006, las entidades interpusieron una denuncia canónica ante la máxima instancia judicial de la Iglesia Católica contra la CEE para pedir a los obispos españoles un desmarque público de las líneas editoriales de algunos de los programas de la COPE como 'La Mañana' o 'La Linterna' y, que como propietarios, medidas para su modificación.

Por su parte, el Tribunal de la Rota Romana acordó en marzo de 2007 no admitir la demanda al considerar que la CEE "no es la titular única" de la cadena y que su queja estaba "falta de legitimación" por no ser las entidades "directamente perjudicadas", entre otras razones.

Disconformes con la decisión del alto tribunal eclesiástico, las tres entidades interpusieron un recurso ante el mismo tribunal el pasado 2 de julio, acompañando entre otros documentos, más de un millar de firmas de adhesión a su causa.

En el recurso, al que ha tenido acceso Europa Press, las entidades recogen algunas de las quejas formuladas ante la Santa Sede por el Embajador de España, Francisco Vázquez, por contenidos emitidos por la emisora, las opiniones de acreditados periodistas sobre los programas de la cadena, así como de algunas voces discordantes de la Iglesia en Catalunya.

Además, en el recurso muestran su "más enérgica discrepancia" con las afirmaciones del tribunal que señala que las entidades demandantes "carecen de legitimación para reclamar la reparación de daños ya que ninguna de ellas ha sido afectada directamente por los programas radiofónicos de la cadena".

En este sentido, argumentan --en el recurso-- que las tres entidades demandantes, enraizadas en Catalunya, "están formadas por catalanes y fieles de la Iglesia" y se sienten afectados por dicha condición.

Las entidades consideran que las afirmaciones vertidas en algunos programas "constituyen auténticos y verdaderos daños morales para cada uno de los fieles que las componen y para la totalidad de los catalanes, que entienden tales ataques como procedentes de la Iglesia, propietaria y supuesta inspiradora de los contenidos de la emisora", añaden.

En su recurso inicial las entidades exponían que "en dichos programas, amparados por una mala entendida libertad de expresión, se han ido configurando una línea y un estilo, lejanos al espíritu cristiano, y contrarios al Ideario que la propia cadena suscribe" y que "el mal producido no puede aceptarse que provenga o sea protegido tan claramente por la CEE".