El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo hoy que se siente "engañado" y "traicionado" por "los jerarcas de la Iglesia Católica", a los que hace más de un mes pidió su mediación en la crisis política que lo enfrenta a la oposición.

"Si el cardenal, si los obispos no quieren ayudarnos, no importa, pero que ayuden a los hermanos indígenas y a las familias cautivas", pidió Morales en un discurso en la localidad de San Julián, considerada su feudo en el departamento mayoritariamente opositor de Santa Cruz (este).

El presidente aludió así al cardenal Julio Terrazas, quien puso en duda el domingo pasado la existencia de familias en régimen de servidumbre en el sureste del país, como denuncia el Gobierno.

Hace más de un mes, Morales pidió a Terrazas que actuara de mediador en el conflicto que lo enfrenta con la oposición conservadora y regional, pero las gestiones del religioso, que solo reconoció actuar como "facilitador", no han dado ningún fruto.

La crisis de Bolivia está marcada por el enfrentamiento entre el proyecto de refundación constitucional que impulsa Morales y las demandas de autonomía de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando, apoyadas por los líderes cívicos y políticos de Cochabamba y Chuquisaca.

La región de Santa Cruz prepara para el próximo 4 de mayo un referendo para ratificar un estatuto de autonomía que el Ejecutivo considera ilegal por no tener aval constitucional, ni haber sido convocado por el Congreso y organizado por la Corte Nacional Electoral.

Además, el mandatario aseguró durante su intervención que se "alegra mucho" de que la oposición de derecha se agrupe contra su Gobierno, porque eso "demuestra que no está equivocado".

"Si esos grupos, esas logias estuvieran con Evo Morales de abrazos, eso me preocuparía", aseguró el propio presidente.

"Si me dicen estúpido, macaco, animal, mono, es por algo. Si no hiciera nada por la igualdad de nuestro pueblo, seguramente estarían felices", insistió Morales.