La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha abogado hoy por 'mejorar' y 'actualizar' la Ley de Libertad Religiosa que data de los años ochenta. De la Vega ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa conjunta con la ministra de exteriores de Níger, Aichatou Mindaoudou, tras participar en un foro sobre seguridad alimentaria con los países más pobres de Africa.

Durante una homilía en la catedral en la festividad de la Virgen de los Desamparados, el cardenal arzobispo de Valencia, Agustín García Gascó, ha reclamado al Estado un 'mejor cuidado de la libertad religiosa' y ha asegurado que todo 'intento del Estado de invadir los ámbitos soberanos de la familia solo encontrará la legítima resistencia' de ésta.

'Es un fraude utilizar el nombre de la libertad y de la democracia para extender la licencia para matar', ha señalado el cardenal arzobispo de Valencia, quien ha apuntado que todos los seres humanos 'desde el primer instante de su concepción hasta el último día de su muerte tienen plenos derechos'.

En relación con estas afirmaciones, De la Vega ha resaltado que 'en España está garantizada la libertad religiosa para todo el mundo, pero, de forma particular, para los que practican la religión mayoritaria, la católica'.

Tras aludir a los acuerdos entre el Estado español y la Iglesia Católica que rigen desde el año 1979, ha subrayado que 'no hay ni un solo problema de ejercicio de la libertad religiosa en nuestro país'.

Ha advertido que 'si acaso lo que vamos a hacer es mejorar, pero no porque haya problemas, sino porque tenemos que actualizar una norma que es la Ley de Libertad Religiosa que data de los años ochenta'.

La vicepresidenta ha subrayado: 'pueden tener la absoluta seguridad, y yo creo que así lo estiman todos los ciudadanos españoles, que felizmente en nuestro país pasó el tiempo de que hubiera ningún problema con la libertad religiosa'.

De la Vega ha recalcado que las relaciones del Estado español con la Conferencia Episcopal Española 'han sido y serán siempre de respeto a los diferentes ámbitos en los que la Iglesia tiene sus competencias constitucionales, y las que tiene el Estado'.

El mismo respeto que el Estado tiene para todas las cuestiones que se refieren al ámbito religioso, también lo exige la vicepresidenta para con el Estado, el Gobierno y las instituciones.