Que cada comunidad decida, en cada caso, quién coordina, organiza o gestiona, como se hace en todas las instituciones y grupos humanos
(José María Castillo).- Comprendo que haya bastantes mujeres decepcionadas con la reciente exhortación del papa Francisco. Lo mismo que, sin duda, habrá otras que ahora se sientan más seguras ante lo que ha dicho este papa innovador. Mi punto de vista representa poco en éste y en tantos otros asuntos.
Pero, sea mucho sea poco, quiero dejar claro, de entrada, que estoy de acuerdo con lo que dice Francisco sobre la mujer en la exhortación «Evangelii Gaudium». Con tal que se tenga en cuenta que el mismo papa, en esta exhortación (que no es una encíclica y menos aún una definición dogmática) , les dice a los obispos y a los teólogos que, en el asunto concreto de la ordenación sacerdotal de mujeres, «hay un gran desafío».
Y por eso les dice a los entendidos en estos temas que «podrían ayudar a reconocer mejor lo que esto implica con respecto al posible lugar de la mujer allí donde se toman decisiones importantes, en los diversos ámbitos de la Iglesia» (nº 104). El asunto, por tanto y en lo que se refiere a la ordenación sacerdotal de mujeres, no está cerrado, sino que está en un proceso de búsqueda, cosa que intentaré explicar en lo que yo puedo alcanzar sobre el tema.
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