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(Dolores Aleixandre).- El acuerdo es unánime: la falta de ejercicio acarrea atrofia muscular, deterioro cartilaginoso y aumento del colesterol. Las advertencias se vuelven implacables: las más violentas hablan de «atacar» el reposo, otras se remiten al refranero: «De viejo, poca cama, poco plato y mucho zapato». Alertados ante tan inminentes peligros, nos lanzamos intrépidamente a caminar por calles, parques y senderos, sordos a las protestas de nuestras rodillas y decididos a batirnos en duelo con la vida sedentaria.
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