Lo que sí diré es que siempre preferí pedir perdón o disculpas a tener que pedir permiso a cada instante. Me voy con la conciencia tranquila y el alma en paz, y con Cicerón, repito: “Mi conciencia tiene para mí más peso que la opinión de todo el mundo”
Más información
(Juan Rubio, en Vida Nueva).- Se cierra un ciclo y se abre otro, y aparecen ahora los dos verbos adosados a los ciclos: empezar y acabar. Empecé en febrero de 2007 y aún recuerdo aquella portada del primer número como director: una joven alzando la mano en el aula, queriendo preguntar algo.
El bolígrafo que sostenía entre sus dedos se abría paso rompiendo el diseño de la cabecera de la revista. El tema que se abordaba en páginas interiores era el entonces fragoso debate sobre Educación para la Ciudadanía.
Aunque contaba con estar solo cinco años, el ciclo se alargó dos y medio más, siete años y medio. Y ahora cierro con este número dedicado al apasionante mundo de la lectura, algo que, quienes me conocen, saben de mi debilidad por él. Esta última portada va ilustrada por un buen amigo y gran profesional, a quien agradezco vivamente el trabajo, no fácil. Lo sé.
Todo un récord de tiempo en relación a mis antecesores, según la hemeroteca. Shakespeare decía que: «El placer y la actividad hacen que el tiempo sea breve». Y ha sido una actividad placentera en verdad.
Para leer el artículo completo, pincha aquí: