. Es cuestión de decidirse. Atrévete también tú. Abre una página, sumérgete en ella y déjate llevar por su música
(Nuria Calduch, en Verbo Divino).- Eso es la Biblia, una sinfonía de palabras. Palabras divinas y palabras humanas, palabras duras y palabras suaves, palabras sonoras y palabras sordas, palabras atinadas y palabras a destiempo, palabras crueles y palabras tiernas, palabras de luz y palabras de oscuridad, palabras de amor y palabras de odio, palabras de vida y palabras de muerte.
Y detrás de las palabras: hombres y mujeres, guerras y amoríos, nacimientos y entierros, conquistas y derrotas, alianzas y rupturas, fidelidades y traición, pecados y reconciliación, lamentos y alabanzas… Una historia apasionante, la historia humana, una historia en la que Dios se revela, la tuya y la mía.
Lo he dicho en varias ocasiones y lo repito una vez más: a mí la Biblia me cambió la vida. Entré, sin saberlo, a formar parte de esta sinfonía que a veces embelesa y a veces incomoda. Ahora no podría vivir sin sus notas y compases. Es cuestión de decidirse. Atrévete también tú. Abre una página, sumérgete en ella y déjate llevar por su música.