Todavía no nos damos cuenta de los VIENTOS NUEVOS DEL ESPÍRITU, que ondean en los que sufren la tortura diaria de la desigualdad y de la pobreza
(Monseñor Luis Infanti).- ¡A ti, oh Dios, te alabamos! En estos días de fiesta por la Patria que amamos y construimos día a día, y que nos la has regalado desde hace miles de años, para que cultivemos y cuidemos su tierra fecunda y construyamos un pueblo en justicia y paz, anhelando ser cada día más una Patria de hermanos y hermanas.
Y desde hace 204 años, con mayor conciencia cívica y social, nos alientas a que las semillas de libertad y amor sembradas AYER por hombres y mujeres valientes, den frutos de buen vivir y felicidad HOY y MAÑANA, para cada persona que vive en este suelo bendito.
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