Jesús a los encarcelados les llamó “hermanos”, y ¿nosotros?
(Fautino Vilabrille).- Cuenta la tradición que allá por el año 1218 la Virgen se apareció simultáneamente al rey Jaime I de Aragón, a San Raimundo de Peñafort y a San Pedro Nolasco, encargándoles la liberación de los cristianos que estaban en poder de los musulmanes. Es el comienzo de la Orden de los Mercedarios que fue fundada en un principio para la redención de cautivos, porque eran tiempos en que los musulmanes saqueaban las costas y llevaban a los cristianos como esclavos a África.
La horrenda condición de estas víctimas era indescriptible. Muchos perdían la fe pensando que Dios les había abandonado. Pedro Nolasco era comerciante y decidió dedicar su fortuna a la liberación del mayor número posible de esclavos. A tal efecto funda un grupo, cuyos frailes en 1272 toman el nombre de La Orden de Santa María de la Merced para la redención de los cautivos, o Mercedarios. La advocación de Santa María de la Merced da nombre a miles de instituciones sobre todo en España e Hispanoamérica.
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