La Iglesia será un factor de contrapeso y determinante en el consuelo de muchos que padecen estos momentos de dolor
(Guillermo Gazanini)- Ayer, el Consejo de la Conferencia del Episcopado Mexicano lanzó un «comunicado» sobre los lamentables hechos que han sido noticia desde hace un mes en el país. Firmado por el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano, el Cardenal José Francisco Robles Ortega y el secretario general, Mons. Eugenio Lira Rugarcía, expresa el «dolor profundo» ante los acontecimientos «sucedidos en Ayotzinapa», Guerrero, y manifesta la solidaridad de los prelados a las familias de los 43 desparecidos, expresa la «preocupación» por todas las formas de violencia, corrupción, actividad ilícita, nexos con el crimen organizado e impunidad y llama la atención de las autoridades a fin de redoblar esfuerzos para encontrar a los estudiantes».
Concluye con un llamado a la responsabilidad, no lucrar políticamente con este drama e invocar la intercesión de la Virgen de Guadalupe para que «fortalezca a (las) familias, ilumine a las autoridades, convierta a los que hacen el mal y dañan a tantas personas, y nos asista a todos para que, unidos en la legítima diversidad, hagamos lo que nos corresponde en la construcción de una nación mejor».
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