Juan Pablo Somiedo

¿Obra de Dios o torre de Babel?

La penetración del Opus Dei en las fuerzas armadas

¿Obra de Dios o torre de Babel?
Juan Pablo Somiedo

La vinculación del Opus Dei con las FAS y con los intentos de golpes de Estado comienza con su propio fundador

(Juan P. Somiedo).- Hay ocasiones en las que es difícil sustraerse, aunque sea por un momento, al cabreo y la decepción. Uno de esos momentos lo tuve cuando escuché el testimonio de Antonio Esquivias y Carmen Charo, ambos exnumerarios del Opus Dei, que describen una organización manipuladora e interesada muy alejada de las ideas y planteamientos del Papa Francisco.

Su testimonio es escalofriante porque deja entrever los entresijos de una organización basada en la manipulación psicológica y que no tiene el más mínimo respeto por los derechos de las personas en tanto que «imago Dei». Esto no es la verdadera iglesia, es otra cosa que algunos se han inventado con el consentimiento y la mirada cómplice de otros muchos, incluido el Estado español y la Iglesia como institución. La misma mirada para otro lado que se hace con otros movimientos de nueva cuña. El que calla, otorga, y la responsabilidad es conjunta.

No hay que ser un lince para saber que estas organizaciones no son compatibles con la moderna evolución de la sociedad y que, en muchos casos, se convierten en verdaderas sectas para muchos de sus miembros, escondidas bajo el marchamo de ser una organización perteneciente a la Iglesia Católica. Aunque haya miembros del Opus Dei que verdaderamente busquen el camino de Dios y vivan su vida como una entrega, que los hay, eso no excusa ni mucho menos el comportamiento de la organización en su conjunto y algunas de sus normativas y actuaciones que deben ser revisadas cuanto antes.

Y puestos a hablar del Opus Dei, lo que seguramente no saben ni Antonio ni Carmen, ni muchos de los lectores de este artículo, son los juegos políticos de la Obra desde casi su misma fundación. Se ha informado muy poco de la penetración del Opus Dei en las Fuerzas Armadas franquistas y del papel desestabilizador que han jugado algunos de sus miembros. La vinculación del Opus Dei con las FAS y con los intentos de golpes de Estado comienza con su propio fundador. No en vano solía recordar a menudo que «los militares, por el mero hecho de serlo, tienen ya la mitad de vocación del Opus Dei».

Tras ser ordenado sacerdote en Zaragoza el 28 de marzo de 1925, y de ejercer como profesor de Derecho Canónico y Romano en el ‘Instituto Armado’ de esa misma ciudad, un centro privado que preparaba para el ingreso en la Academia General Militar, el padre Escrivá fundó su particular ‘Obra de Dios’ el 2 de octubre de 1928 en Madrid.

Ya en 1932 se significó en la asonada militar contra la II República encabezada por el general José Sanjurjo. En aquella descalabrada aventura fue acompañado por un grupo de jóvenes al que entonces él mismo dirigía espiritualmente: Vicente Hernández Bocos, José Manuel Doménech Ybarra, José Antonio Palacios López y Juan Jiménez Vargas, quien luego sería sacerdote y miembro destacado de la institución.

Más tarde, a principios de 1938 y con la Guerra Civil española claramente decidida hacia el bando nacional, resulta clarificador el afincamiento del padre Escrivá en la ciudad de Burgos, junto al Cuartel General del Generalísimo. Pero todavía lo sería más su entusiasta alistamiento, el 28 de marzo de 1939, como oficial, en las victoriosas tropas nacionales que iban a entrar en Madrid.

Y llega el año 1957 y con él la «Operación Ruiseñada» donde Rafael Calvo Serer, hijo espiritual de José María Escrivá, tomó parte activa. Aquella nueva andanza política del Opus Dei envolvía un intento desestabilizador para desplazar a Franco de la Jefatura del Estado en 1957, reinstaurar la Monarquía con Don Juan De Borbón y Battenberg (a quien los conspiradores ya llamaban ‘Juan III’) y propiciar un Gobierno integrado por monárquicos, militares y los emergentes tecnócratas del Opus Dei. Y lo cierto es que, aunque desarticulada, la intentona dio sus frutos y el nuevo gobierno de Franco no solo incluía destacados hombres del Opus Dei sino que impulsaría la figura de Juan Carlos como sucesor de Franco.

Así las cosas damos un salto, por evidentes motivos de extensión, al gobierno actual, con un ministro del Interior (Jorge Fernández Díaz) y uno de Defensa (Pedro Morenés) que se declaran cercanos al Opus Dei, pero sin revelar públicamente su militancia en la Prelatura Personal porque ahora lo que toca es, como escribía el cardenal Mazarino, disimular una cosa para simular otra completamente diferente. De igual forma, es un secreto a voces, que la diócesis castrense española está muy influenciada por la Obra, hasta tal punto de que poco menos la han convertido en su coto privado de caza, con un obispo títere al frente como es Juan del Río que no se atrevió a hacer en su momento la limpieza que el sentido común aconsejaba y que va a dejar esa diócesis mucho peor de lo que la encontró.

Recientemente se ha informado de que, finalmente, el Papa Francisco no estará en España en el 2015 para evitar interferencias con los procesos electorales. La verdad es que viendo la última nota que han escrito los obispos del Sur de España para expresar su apoyo al arzobispo de Granada, arremetiendo torticeramente contra los medios de comunicación, al Papa se le deben haber quitado las ganas de venir de inmediato. Una triste noticia para una Iglesia española ensombrecida que necesita reformarse de cabo a rabo, soltar lastre y dejar atrás un pasado muy rouquiano.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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