El habla de la gente canta: "hoy hace mucho verano", "el otro día no fui porque hacía invierno"
(César Luis Caro).-Todo es diferente en el Perú, empezando por el tiempo. Si Aristóteles hubiera pasado por estos andurriales habría dimitido de aquello de «el tiempo es el número del movimiento según un antes y un después». Aquí el tiempo es elástico, se estira, se arruga, da la vuelta, se repite o simplemente se detiene. El tiempo cronológico y el atmosférico, ¿eh?
Porque la percepción de acá de los momentos, las esperas y las distancias temporales es de lo más curiosa. «Ahora» significa «últimamente», «de un tiempo a esta parte», «actualmente», o «durante todo este día». Así que si alguien te dice: «voy ahora», no le esperes pronto, y tendrás suerte si llega durante el día, si es que viene. Olvida lo diligente, raudo y veloz.
Pero lo más gracioso y tremendo es el famoso «ahorita». No estoy todavía muy seguro, pero cuando escucho «ahorita» intento sustituirlo por «estoy en ello» o «tengo la intención de». «¿Cuándo va a salir la combi? – Ahorita». Eso quiere decir que ahora mismo no, pero que la cosa está en proceso… La RAE dice: «Después, dentro de un momento, en seguida». Es algo deliberadamente impreciso, una especie de tiempo-blandibub, como si los segundos se volvieran perezosos y se tomaran sus vacaciones. Ármate de paciencia que te toca esperar.