Estos abusos estrellaron como escándalos en todos los países revelando el colapso del clero católico
(RyL).-He conocido una mujer que se suicidó por violencia conyugal, he conocido una prostituta que se cortó las venas de las muñecas, he conocido esquizofrénicos que se tiraron al río, he conocido un obispo que se suicidó en el alcoholismo y últimamente hace noticia la muerte de un sacerdote salesiano que se suicidó en una depresión provocada por un cuestionamiento de pedofilia.
Estas tragedias siempre me entristecen profundamente pero el contexto eclesial del suicidio de este sacerdote me lleva a cuestionar de nuevo a la jerarquía de la Iglesia y a la clericatura.
La disciplina del celibato para el clero católico puede discutirse pero lo que impresiona es la proporción exagerada de homosexuales en las filas del clero. Esta realidad es encubierta y merece aclararse.
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