Una persona que ha querido transmitir unos valores sociales de dignidad y respeto en el mundo de la cárcel
(Xabier Pikaza).- No la conozco personalmente, nunca la he visto, no he seguido su «carrera» social y política en los últimos años, a no ser lo que han dicho estos días los periódicos. Pero tengo algunos recuerdos de su tiempo como titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria num. 1 de Madrid, hacia el año 1989.
Leí por entonces varias declaraciones suyas, y me inspiré incluso en ellas para situar mi trabajo en el entorno de la pastoral penitenciaria, tema sobre el que escribí más tarde un libro sobre la «visión social cristiana» de las cárceles (Dios Preso, Sec. Trinitario, Salamanca 2006 ). No sé si va a ser la próxima alcaldesa de Madrid, pero quiero saludarla desde este blog con admiración y agradecimiento, por lo que ha sido y ha hecho al servicio de los encarcelados, que son los miembros más sensibles de la sociedad.
CARMENA Y LAS CÁRCELES
1. Quiso impulsar la rehabilitación de todos los encarcelados, cumpliendo así el mandato de la Constitución (Num. 25: Las cárceles tienen la finalidad de rehabilitar y socializar a los encarcelados…). Procuró que ese mandato se cumpliera con todos. No creía en la venganza ni el castigo, sino en los valores humanos, queriendo que la sociedad ofreciera espacios de vida social digna incluso para los encarcelados, no al servicio del poder y seguridad de uno pocos, ni del capital, sino de todos los hombres y mujeres, empezando por los menos favorecidos.
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