Ramón Baltar

Razones desconcertadas

"La clase dirigente no está por dar esa batalla"

Razones desconcertadas
Ramón Baltar

¿Debemos aceptar como verdad indiscutible que el aborto provocado es una tragedia cósmica?

(Ramón Baltar).- «Si los gobiernos quieren ser progresistas, de una vez por todas, hagan desaparecer las leyes del aborto». Tamaña simpleza soltó el cardenal Cañizares en una conferencia sobre la reciente encíclica franciscana pronunciada en la Universidad Católica de Valencia, lo que permite calificar al su autor de nefelibata.

Por las nubes pasea en efecto quien ignora que la erradicación del aborto, meta a la que sin duda tiene que apuntar la sociedad, no depende de que haya o deje de haber leyes que lo regulen: antes de ellas había abortos, y por desgracia seguirá habiéndolos. La causa salta a la vista: algunas de las circunstancias que fuerzan a las mujeres a no llevar a término su embarazo son muy difíciles de eliminar, tal vez imposibles. Sin partir de esta consideración, la denuncia de los efectos suena clueca.

Desacierta el intrépido purpurado al afirmar que las leyes que despenalizan el aborto no son progresistas: el progreso consiste, entre otras cosas, en corregir los errores de la naturaleza; y el aborto al menos en los casos de inviabilidad del feto es uno de ellos. Pero acierta en parte, porque la idea de progreso incluye hacer cuanto humanamente cabe para evitar que se produzcan los escenarios que desembocan en abortos voluntarios evitables. La clase dirigente no está por dar esa batalla, porque implica un gran aumento del gasto social.

También parece que se le fue la mano al declarar el aborto procurado incompatible con la ecología integral, porque alteraría los equilibrios naturales y el plan de Dios para su creación. Interpretación que es legítimo tener por arbitraria si no viene acompañada de los motivos por los cuales debemos aceptar como verdad indiscutible que el aborto provocado es una tragedia cósmica y el espontáneo un suceso sin relevancia.

Que el debate público sobre el tema del aborto es de bajo vuelo lo demuestra el resultado que produjo: tenemos una ley que lo despenaliza pero ninguna que aborde en serio su problemática. La ideología le pudo a la razón.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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