Cierra tu etapa con Rouco. Está bien que seas agradecido con él a titulo privado, pero en Burgos necesitamos más mesura que vara y palo
Ésta es la carta, en forma de comentarios, que una «burgalesa» dejó en la noticia de la toma de posesión de Fidel Herráez como nuevo arzobispo de Burgos. Por su interés, la reproducimos íntegramente.
«Querido Fidel, bienvenido a Burgos, de corazón. Ahora que eres nuestro arzobispo, te quiero pedir unas cuantas cosas. Se ve que te han contado que la iglesia de Burgos está muy viva. Mentira, es mortecina y rancia como pocas. Tal vez veas mucha gente en el Corpus y en las procesiones, pero en su vida no ha calado ni la iglesia ni el Evangelio.
Ir a una procesión es como ir a los toros, un evento más, que en Burgos hay poca cosa que hacer. A la gente de Burgos le cuesta mucho cualquier pequeño cambio, pero hemos tenido una ristra de arzobispos rancios que han dejado una estela que pa qué. Mejor dicho, han dejado una losa, que si tienes fuerzas y ganas, seguro que conseguirás levantar con ayuda del Señor.
Por favor, cierra tu etapa con Rouco. Está bien que seas agradecido con él a titulo privado, pero en Burgos necesitamos más mesura que vara y palo, como los que usó Rouco. Aquí, los burgaleses católicos ya tienen todos suficiente espiritu acusador en nombre de Cristo contra quien no use el decoro que en su mentalidad crean, o les hagan creer. Suaviza estas creencias tan dañinas para que dejen de ser tan bordes y prepotentes. Hablo de la mayoría ¿eh? Alguno majo, espiritual y normal también hay.
Has comenzado usando las puntillitas puñeteras que tanto gusta a los rancios, esos mismos que a la vez que van a Cáritas a pedir alimentos pasean sus abrigos de pieles por el Espolón. Y que no se note que han venido a menos. Esos mismos que usan sus corruptelas en sus negocios y se te sentarán en los primeros bancos de la catedral y se pelearán por que les des tú la comunión.
Por favor, recupera la sencillez del Evangelio. Ahora con Francisco lo tienes fácil, para que los burgaleses empiecen a valorar la vida sin máscaras y apariencias falsas, para que dejen su miedo al «qué dirán» y dejen entrar al Espíritu del Dios Vivo. Sé sencillo, pero haz gestos visibles de sencillez. ¡Dales tú ejemplo!
También tienes patatas calientes, siempre y cuando no quieras mirar para otro lado. Tienes que resolver qué a pasado con la chica a la que le practicaron exorcismos. Por favor, no lo dejes de lado por temor a polémicas y críticas. Es necesario plantar cara a estos anacronismos tan dañinos de ver demonios donde hay problemas psicológicos. Aquí la gente de Burgos necesita teología, a pie de calle, porque los curas que la estudiaron, se la pasan por el forro.
Te pido expresamente que seas muy, pero que muy cauto con la gentuza del Yunque. Aquí están pululando a sus anchas, porque en una sociedad conservadora como ésta no necesitan montar los numeritos que montan en otras ciudades. Cúidate y cuidanos. Aquí captaron muchachos y muchachas desde finales de los 80, crecen, y surten de adeptos a otras ciudades. Se puede decir que Burgos es un semillero cómodo. Pero los arzobispos rancios miraron para otro lado.
Por favor, Fidel, ayuda a los burgaleses a crecer en libertad de conciencia. Necesitan ser liberados de sus millones de condicionamientos, ser educados en la tolerancia, que es bastante escasa con el de fuera, y con el parado, con el pobre, al que se rehuye y se aisla como si fuera una peste. Eso sí, daremos miles de kilos al banco de alimentos, pero que el pobre no se siente cerca.
No pongas más cargas ni más yugos. Es una tarea revitalizadora y exigente que deseo para tí y para nosotros-as. Los burgaleses son mansos, obedientes (!demasiado!), danos un meneíto o cántamos tu -Granada tierra soñada por mi-, pero muevenos el tapete!
Y ahora querido Fidel, que tengas una larga y feliz estancia por Burgos. Eres lo mejor que nos ha pasado en los últimos 50 años (eclesialmente hablando). Que la conviertas en una ciudad con la calidez amorosa del Evangelio. Me ha alegrado mucho saber que tu madre vive aún, porque recuerdo que hace ya muchos años, cuando te conocí, vivias con ella y la cuidabas.
Te pido que seas igual de amoroso con nosotros. Y ojalá consigas que un puñado de gente cante El Magnificat de tu toma de posesión, con el espíritu de María, agradecida y entusiasmada con el proyecto del Señor. Rezaré por ti para que tengas siempre fuerzas para hacer la voluntad de Jesús mientras estés entre nosotros.
Si algún día te veo por la calle, te saludaré con cariño (si te dejas y los que te rodeen me dejan). Pero aviso, para mí eres Fidel, mi profe, mi arzobispo, mi hermano, y a lo mejor, te tuteo, ¿eh? Lo digo porque se me pueden abalanzar los piadosos por faltarte al respeto».