Creer en Cristo es creer que el modo de vida que El asumió es el criterio fundamental para actuar hoy. ¿Nos sentimos discípulos y discípulas de Jesús? ¿Estamos aprendiendo a mirar la vida como la miraba Jesús?
(José Antonio Tolosa).- En Venezuela la mayoría nos confesamos creyentes en Cristo Jesús, o por lo menos admiradores. Desde el presidente de Venezuela en cadena nacional, hasta el pasajero de la camionetica, se les escuchan muchas expresiones que hacen referencia a la fe en Jesucristo.
Las procesiones en algunas zonas, como signos de devoción religiosa, son de gran cantidad de personas, por otra parte, son centenares los templos de diferentes confesiones cristianas evangélicas que hay en nuestras comunidades. Pero ¿qué nos está pasando? se está haciendo cada vez más normal los asesinatos en nuestras calles y la mayoría de ellos quedan impunes.
El discurso de varios responsable de instituciones del estado está cargado de mucha violencia y exclusión. La corrupción carcome la estructura social. La poca conciencia del bien común caracteriza la conducta del ciudadano. Toda esta realidad es contraria a la propuesta de Jesús de Nazaret, en quien decimos creer.
¿Será que nuestra cacareada fe en Jesucristo no es más que una devoción superficial?, ¿será que no pasa de ser una invocación a la divinidad para que nos apoye en nuestros intereses parciales? ¿Será que el Cristo en quien decimos creer está muy alejado del proyecto vital que Jesús de Nazaret asumió en su día a día?
En el Evangelio de San Mateo, capitulo 16 desde el versículo 13, hay una pregunta que Jesús hace a sus discípulos, que nos puede ayudar a sincerar más nuestra fe. «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?» También hoy nos dirige Jesús a los cristianos la misma pregunta. No nos pregunta sólo para que nos pronunciemos sobre su identidad misteriosa, sino también y sobre todo, para que revisemos nuestra relación con él, para que sinceremos nuestra creencia en él. No se trata de dar una respuesta teórica y aprendida, sino dejar que sea nuestra conducta diaria la que conteste.
¿Qué dice MI VIDA de Cristo?, es mi conducta diaria la que de verdad dice lo que Cristo es para mí. ¿En que Cristo creemos? ¿En un dios disfrazado de humano que viene a echarme una mano o hacerme el milagro cuando lo invoco?, acaso, sabemos cuáles son las convicciones que rigen la vida cotidiana de Jesús de Nazaret, ¿cuáles son las motivaciones fuertes por las cueles se conduce Jesús?
Creer en Cristo es creer que el modo de vida que El asumió es el criterio fundamental para actuar hoy. ¿Nos sentimos discípulos y discípulas de Jesús? ¿Estamos aprendiendo a mirar la vida como la miraba Jesús? ¿Miramos desde nuestras iglesias a los necesitados y excluidos con compasión y responsabilidad, o nos encerramos en nuestras celebraciones, indiferentes al sufrimiento de los más desvalidos y olvidados: los que fueron siempre los predilectos de Jesús? ¿Seguimos a Jesús colaborando con él en el proyecto humanizador del Padre, o seguimos pensando que lo más importante del cristianismo es preocuparnos exclusivamente de nuestra salvación?
Cristo Jesús no es, en primer lugar, un gran personaje o un gran héroe revolucionario del pasado, es el estilo de vida que en la actualidad puede renovarnos y conducirnos para gestar la nueva sociedad, más justa y más fraterna. Por eso es necesario tomar conciencia de que creer en Cristo, implica primeramente asumir las convicciones y los criterios por los cuales ese Cristo fue capaz hasta de dar la vida.
La Buena Noticia de Dios Padre para los venezolanos es la vida de su Hijo Jesús, Buena Nueva que está al alcance de todos en los Evangelios. Necesitamos con urgencia pasar de ser solo creyentes en Cristo a ser seguidores de su Vida con nuestra conducta diaria.