Rosendo A. Yunes

La actual realidad de la usura: homenaje a Hilaire Belloc

"Belloc supera a Marx en esta explicación de la concentración infinita"

La actual realidad de la usura: homenaje a Hilaire Belloc
Rosendo Yunes, columnista

Belloc considera que la Reforma protestante, al dividir las fuerzas del Cristianismo, no permitió contener las fuerzas disolventes que actuaban desde antes de la Reforma

(Rosendo A. Yunes).- Hilaire Belloc, un católico inglés, escribía en un libro «La Crisis de Nuestra Civilización» producto de sus conferencias en la Universidad de Fordbam entre 16/02/y 18/03 de 1937.

En su introducción el escribía:

«El conflicto entre ricos y pobres, el conflicto entre idolatrías nacionales opuestas, la falta de patrones comunes así como la de doctrinas inmutables sobre las cuales están dependen, terminan por llevarnos, a principios del siglo XX, al borde del caos, amenazando sumir a los hombres en un estado de desconcierto propicio a la destrucción de la sociedad».

Terminaba la introducción: «la única esperanza que nos queda reside en la posibilidad de construir nuestro mundo desde el punto de vista católico».

Belloc, un cristiano pre-conciliar, sentía cierta nostalgia por la estructura medieval, mucho antes del Vaticano II, y que el Papa Francisco dijera en su entrevista al diario italiano «La República» «Son los comunistas los que piensan como los cristianos. Cristo ha hablado de una sociedad donde los pobres, los débiles y los excluidos sean quienes decidan. No los demagogos, los barrabás, sino el pueblo, los pobres, que tengan fe en Dios o no, pero son ellos a quienes tenemos que ayudar a obtener la igualdad y la libertad» (El Nuevo Herald, 11/11/2016).

Sin embargo, observamos dos indicaciones profeticas fundamentales|: 1) Que ya a principios del siglo XX, la situación era tal, que Belloc consiguió prever el «desconcierto» del hombre actual. 2) Que la única esperanza era construir nuestro mundo desde el punto de vista católico, y este debe ser con la utopía de Jesús : el Reino de Dios, un mundo de hermanos con un padre común , un reino de amor, de solidaridad y no de una usura y competición mortal como el actual. La espiral hacia el infinito de concentración del capitalismo se explica no tanto por la plusvalía de Mark, sino fundamentalmente por la usura, como fue demostrado por Piketty (citado más adelante) que actualmente lleva a una concentración que nos precipita rápidamente en el apocalipsis social. Belloc supera a Marx en esta explicación de la concentración infinita.

Belloc considera que la Reforma protestante, al dividir las fuerzas del Cristianismo, no permitió contener las fuerzas disolventes que actuaban desde antes de la Reforma. Así después de la Reforma, no solo nuestra civilización sobrevivió, sino que dilató el progreso técnico y material. Pero su perdida espiritual fue desastrosa y produjo lo que vemos, el peligro de muerte para toda la sociedad y junto con ella de todas las artes, las ciencias, en resumen, el fin de nuestra civilización.

Esta situación se debe fundamentalmente a la voracidad que fue estimulada (en mi terminología el «ego» reptílico, la carne según San Pablo, el yo falso de Merton) primero la usura y después la competición predatoria. Estas dos semillas han estado presentes en la sociedad humana y siempre lo estarán por la naturaleza misma del pecado, del hombre caído.

La verdadera realidad de la usura

Para leer el artículo completo, pinche aquí

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

Lo más leído