'¡Fuera de la Iglesia no hay salvación', es una mentira colosal e injusta, a la que el concilio de Florencia le confirió categoría de 'verdad revelada'
(Antonio Aradillas).- La información-formación religiosa reclama redacción y titulares mucho más expresivos, periodísticos e interesantes de los que suelen hacer uso para adoctrinarnos. A continuación apunto y destaco algunos ejemplos:
«NO a la Iglesia del «Amén». «La Iglesia, último bastión del machismo». «Jesucristo -el Hijo del Hombre -es decir, ‘uno cualquiera’- no fue sacerdote, ni obispo ni Papa. Fue un laico».»NO a los palacios episcopales». «NO a los Estados Pontificios». «SÍ a la mujer sacerdote». «SÍ a los nombramientos episcopales con la participación de sacerdotes y laicos». «Lutero, santo ya». «SÍ a la democracia dentro de la Iglesia». «SÍ al celibato opcional». «NO a las declaraciones de la Virgen María como «Alcaldesa Perpetua» de un pueblo o de una ciudad». «NO a curas y obispos caciquiles, amos y señores de la localidad».
«SÍ a la audaz y efectiva participación del laicado, y a la profundización en su teología». «NO al Opus». «SI al padre Ángel y a sus ‘Mensajeros de la Paz'». «NO a las riquezas de la Iglesia y a su exclusiva administración «ad líbitum clericalem». «NO a los Tribunales Eclesiásticos». «NO a los milagros ‘comprados’ en los procesos de las causas de beatos y santos». «NO a beatificaciones y canonizaciones sin intervención directa del pueblo». «SÍ a las mujeres cardenalas». «NO a las comunidades de religiosos y religiosas, sin comunidad». «SÍ a la ‘descanonización’ de los santos misóginos». «SÍ al recorte de los ornamentos sagrados, enjoyados y ricos».»NO a los sermones, prédicas y homilías aburridos».
«¿Papas infalibles?». «NO a los confesonarios». «Francisco, ¿el papa antipapa?». «Los anticlericales, por el hecho de serlo, no pecan». «El clericalismo descalifica a la Iglesia». «¿Obispos, acólitos del papa?». «¿Primeras, y a la vez, últimas, comuniones?». «Una gran mayoría de matrimonios canónicos no fueron, ni son, sacramentos». «NO al infierno». «¿Bautismos de los niños?» «NO al carrerismo para curas y obispos». «¿Colegios religiosos o de religiosos?». «La Iglesia que se acaba». «Templos, catedrales e iglesias que se cierran». «¿Pero todavía hay canónigos en catedrales y en colegiatas?». «A la ‘profesión cura’ le quedan pocos años de supervivencia». «¿Por qué será que a los verbos «predicar» y «sermonear» el diccionario de la RAE les aplica el significado de reñir y de fustigar?» «SÍ a la concentración de conventos». «¿Por qué no se beatifican y canonizan los ‘mártires de la Santa Inquisición'»?
«¿Legionarios, Guerrilleros, Ejércitos de Salvación y otras ‘milicias’ de Cristo Rey?». «Vidas y cuentos de santos y santas». «Los ‘negros’ y el Espíritu Santo en la redacción de encíclicas y cartas pastorales». «Sobran turibularios en la Iglesia, en proporción idéntica a la falta de críticos». «Ecumenismo imposible». «El fariseísmo ocupa lugares de privilegio dentro de la Iglesia». «¿Beneficia o prestigia el cardenalato a un obispo-arzobispo concreto, o al lugar o cargo que ocupa?
«La misa comienza religiosamente, cuando ritualmente termina». «Misa sin ‘misión’ de concordia, de pan y de paz, no es misa». «¿Pueden lograr las indulgencias que los ricos vayan al Cielo antes que los pobres, por haberles sido acortado y llevadero el Purgatorio?». «Hay católicos y católicas que conocen mucho más y mejor la ‘vida y milagros’ de los divos del deporte y del mundo social, que la de Jesucristo, de la Virgen y de los santos y santas». «Entre unas cosas y otras, alrededor del altar suena en demasía el dinero».
«En la Iglesia -y más en el Vaticano-, nada se regala: se compra y se vende casi todo: algunos llegan a creer que hasta la misma salvación eterna». «‘¡Fuera de la Iglesia no hay salvación’, es una mentira colosal e injusta, a la que el concilio de Florencia le confirió categoría de ‘verdad revelada'». «Los Eminentísimos, Reverendísimos, Príncipes de la Iglesia, Sagrada Púrpura, es decir, cardenales, con sus capas magnas y sus seis metros de cola, debieron haber pasado ya irreversiblemente a la historia; no pocos de ellos, protagonistas de capítulos tristes y escandalosos». «Tal y como es tratada -maltratada- hoy la mujer en la Iglesia, y en el Código de Derecho Canónico, es milagroso que todavía no se hayan borrado de la misma».
«Llegará un día -ha llegado ya-, en el que oficial y eclesiásticamente se le pida perdón a la humanidad por el trato que se le ha dado, y se le da, a la mujer en la Iglesia». «El verdadero ‘rezo’ para la recepción de la Comunión es la común-unión, que a su vez es su acción de gracias». «¿Pasará a la historia de la Iglesia Benedicto XVI como el papa emérito y dimisionario, y como teólogo, o como uno de los más notables inquisidores y ‘martillo de herejes’?». «¿Reclama la Iglesia libertad e igualdad de derechos para sus fieles, cuando estos son minoría, que cuando son mayoría?». «Los báculos episcopales, sobre todo los enjoyados con piedras preciosas, jamás podrán ser símbolos pastorales: hoy ya, gracias sean dadas a Dios, no hay ovejas: hay personas o aspirantes a serlo.» «Sabiendo hoy de tan buena tinta cómo, quién y por qué nombraron obispos a muchos de los que pueblan el episcopologio hispano, es raro y misterioso que estos, ‘ipso facto’ no hayan dimitido.»
«¿Evangelizaron y convirtieron a los pecadores las llamadas ‘funciones sagradas»‘y misas solemnes?» «¿Cuántas de estas misas lo fueron de verdad, y no otros tantos actos sociales, políticos y hasta patrióticos, con su correspondiente liturgia administrativa?» «¿Qué es, y qué exige el beso y el abrazo ritual de la paz, y seguidamente ‘si te he visto, no me acuerdo’?». «¿’Enmienda a la totalidad’ para algunos tratados teológicos, capítulos enteros del Código de Derecho Canónico y rituales y símbolos litúrgicos?».
«¿Se pensó honestamente en compensar -recompensar-, de alguna manera, a teólogos e ‘informadores religiosos’, denostados, y hasta anatematizados, por la jerarquía, ya en tiempos conciliares»?
«En definitiva, ahora y siempre, ¡Nuestra Señora del Diálogo, rogad por nosotros, AMÉN!«.