J. I. González Faus

De Epulones y Lázaros

"Un buen día, por una coalición tácita entre Trump, Putin y Arabia Saudí, el Daesh dominó Europa..."

De Epulones y Lázaros
El teólogo jesuita González Faus

Somos gente muy importante y el primer mercante o crucero con que tropecemos nos recogerá...

(José Ignacio González Faus).- Estas líneas son una parodia del evangelio de Lucas, 16, 10-31. Hay que conocer ese pasaje para poder entender la parábola que sigue.

Como la vida da vueltas impensadas, un buen día, por una coalición tácita entre Trump, Putin y Arabia Saudí, el Daesh dominó Europa. Nacionalizó todos los bancos y prometió matar a cualquier jefe de estado o de gobierno que no fuese musulmán.

Tras varios intentos fallidos de huida por Occidente (pues Gran Bretaña cerraba el paso irritada por la falta de acuerdo sobre el Brexit), alguien recordó desde París que «siempre nos quedará Casablanca». Así fue como Frau Merkel, Mariano Rajoy con su ministro del Interior, Macron, Orban, el presidente polaco, los señores Renzi y Gentiloni y una larga lista más que ocuparía todo el espacio de que dispongo, se encontraron en una patera inversa, vía Marruecos, para desde allí volar a diversos países de América Latina o Canadá…

Acostumbrados a los asientos VIP de los aviones en que solían viajar, se sentían ahora muy prietos. Pero sabían que la distancia de Algeciras a Marruecos es muy corta. Y he aquí que, a la mitad del camino, se quedaron sin gasolina. Y eso que el señor que les proporcionó la patera, aseguró haber llenado bien el depósito y, además, se lo hizo pagar a cada uno de ellos.

En ese momento, como una desgracia nunca viene sola, se levantó un tremendo oleaje que les llevaba por donde no sabían, amenazando con volcar la embarcación.

«Tranquilos», dijo alguien. «Somos gente muy importante y el primer mercante o crucero con que tropecemos nos recogerá». Pero he aquí que los barcos que cruzaban el Mediterráneo habían acordado desconectar los radares para no recibir ningún aviso de embarcaciones migrantes perdidas. Así lo aclaró el primer ministro italiano que lo sabía de buena fuente.

Confiaron entonces en la ayuda de alguna ONG de ésas que con tanta solidaridad rescatan a los perdidos en el mar. Pero el ministro de Interior español les advirtió que él había recomendado a las ONGs abstenerse de recoger a esos presuntos náufragos porque así no hacían más que crear problemas…

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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