Julio Pinillos

Alberto Iniesta… ¡qué suerte en conocerte!

"Eras un hombre sencillo, místico, profundo, con gran capacidad de empatía, de escucha y de acogida"

Alberto Iniesta... ¡qué suerte en conocerte!
Julio Pinillos

Nos supiste encaminar hacia una Iglesia acogedora: Porque sentías dentro de ti una Iglesia servidora... Iglesia en salida a la que permanentemente nos invita nuestro Papa Francisco

(Julio Pérez Pinillos).- Así, tal cual te vimos a tu llegada a Vallecas -recién estrenado de Obispo, año1972- y al poco tiempo rebosante en tu actividad pastoral -en Vallecas y más allá- y, años más tarde, macerado por el dolor, las limitaciones y la Esperanza.

Este sentimiento de admiración y agradecimiento surge primero de mi propio hondón personal, porque enfilaste y robusteciste mi inclinación a la acción-contemplación –«Toda nuestra acción debe arrancar de nuestra escucha de Dios»-, consolidaste mi opción por los curas obreros – «Apuntan hacia adonde debe ir la Iglesia»- y me alentaste en la búsqueda de un ministerio presbiteral no célibe al servicio de las comunidades -«Va a ser largo y duro…pero alguien puede intentar evangélicamente este camino de Iglesia»- Aún me resuena con fuerza tu cantinela frecuente al salir de tu despacho: «Están bien estas reivindicaciones, pero que el próximo día hablemos sobretodo de cómo vivimos el Evangelio vosotros -hablaba también a mi esposa- y yo» .

Pero mi sentimiento en seguida se junta -y ahí está su fuerza de noticia pública- con el de la Comisión preparadora -más sus trescientos participantes- de la «Jornada para la Memoria y Legado de Alberto Iniesta» (25-3-17) que me imagino verías con sumo gozo en tu ya «Presencia sin tiempo».

Los allí reunidos -«Ciudad de los Muchachos», de Vallecas- junto a la casa en la que tú vivías y nos acogías con aquella cercanía y sensibilidad exquisitas, tomamos un compromiso importante: el día de tu fiesta popular, aquel esperado día en el que, a petición popular y con la aprobación unánime de todos los grupos políticos de Vallecas se te concedería tu merecida placa «Jardines Alberto Iniesta» (¡por fin el 24-9-18¡) haríamos publico lo que llenos de gozo habíamos reflexionado, dialogado y orado al trabajar sobre los documentos preparatorios de la «Asamblea Cristiana de Vallecas», prohibida por la policía justo a la hora de ser parida, en la mañana del 25 de Marzo de 1975. (¿Recuerdas que tu te quedaste el último junto al policía…para que a nadie ocurriera algo malo?…?

Y lo hacemos público tal cual, por fidelidad a lo formulado por los secretarios de los ocho grupos de trabajo que recogieron las apreciaciones y conclusiones de aquella Jornada en torno a estos cinco aspectos y apartados referidos a tu persona y al modo de vivir tu tarea:

Nos ganaste y entusiasmaste con tu talante y estilo personal: Nos recibías en tu casa y nos escuchabas con ternura y sin imposición..Sugiriendo más que imponiendo. Dejabas fluir lo que el Espíritu te aconsejaba con libertad evangélica. Sin disimular, por ello, la dificultad de la tarea que nos sugerías de ti o aceptabas de nosotros. Este estilo generaba mucha confianza, aliento, positividad y ganas de no ser carreristas sino «pastores con olor a oveja» como nos recuerda hoy el Papa Francisco…y con mucha ilusión por favorecer grupos o comunidades cristianas «corresponsables:

«Era un hombre sencillo, místico, profundo, con gran capacidad de empatía, de escucha y de acogida. Un hombre del pueblo, con un lenguaje claro y austero. Era original y creativo, destacando también su faceta de poeta, y de profunda escucha.
Era un hombre moderno, cercano a l@s jóvenes. Aceptaba las iniciativas de la gente…

Para él la oración era fundamental. Era un hombre de Dios con un compromiso social claro. Un místico cristiano, que creía en/a los pobres.

Ante el ensañamiento de una parte de la Iglesia contra su persona por la homilía contra la pena de muerte y tras ser apartado de su actividad pastoral, vivió sencillamente y con discreción…Vivió su marcha de Vallecas como un desgarro entre su fidelidad al pueblo y a la Iglesia»

Nos supiste encaminar hacia una Iglesia acogedora: Porque sentías dentro de ti una Iglesia servidora… Iglesia en salida a la que permanentemente nos invita nuestro Papa Francisco. Tú te adelantaste un poquito y nos mostraste el camino hacia las periferias tal y como se recoge por los grupos de trabajo de aquella memorable jornada:

«Alberto supo compaginar su fidelidad a la Iglesia con su libertad…
Sabia ser pastor con un nuevo estilo de Obispo y sin ostentación alguna que ponía en marcha nuevos planteamientos pastorales. Vivió desde el amor el proyecto pastoral de su Vicaría..
Vinculó la fe con el compromiso social y político: defensa de los trabajadores, encierros en la parroquia del Dulce Nombre.
Apoyaba a las asociaciones de vecinos y a los Movimientos y Grupos parroquiales…Era un obispo conciliador, mediador entre las autoridades y los pobres (presencia mediadora en los desalojos de las chabolas) y poseía
na autoridad, que no le venía de su cargo sino de cómo lo ejercía..

Inauguración de los Jardines Iniesta


«Porque así era la Iglesía que soñabas, procurabas y alentaba»: En medio de la resistencia dominante al cambio hacia una Iglesia conciliar, mas acogedora y a la escucha de lo que las comunidades y Movimientos pedían, apostaste por otro modelo de ser-hacer-acoger la Iglesia del Evangelio:

«Al estilo del Concilio Vaticano II: Iglesia pueblo de Dios. Comunidad de Comunidades, participativa, comprometida con el mundo, en actitud de servicio, convertida a la experiencia de fe, acogedora y que ora desde la vida..
Iglesia como mediadora creíble, plural, abierta al pueblo y democrática. Conciliadora y acompañadora en lo social, comprometida y cercana..
En la iglesia de su tiempo, caracterizada por la mediocridad y la involución, Alberto planteó situaciones de cambio en cuanto al papel del clero y a la corresponsabilidad de las comunidades…
Apoyó la formación de estructuras democráticas en la Iglesia, la creación de Consejos Pastorales y de Vicaría atentos a lo que acontecía en los barrios y en las comunidades…Apoyó a los curas obreros y los visitó cuando estaban detenidos. Potenció tanto los grupos de reflexión como la celebración de encuentros masivos como los de los «Primeros de Mayo»

«Y que nosotros recibimos y aceptamos»: Conscientes de que con esos mimbres tenemos que trabajar, y de que la Iglesia que hemos de procurar está siempre en ciernes y -aunque asistida por el Espíritu- siempre en camino…Una Iglesia cercana y servidora con sus debilidades tales como:

«En nuestro país y en nuestras parroquias vivimos un momento general de involución: revalorización del principio jerárquico, exclusión del disidente, desconexión fe-vida, pensamiento conservador…
No se incluye a la mujer en la estructura y dirección de la Iglesia aún siendo mayoría su presencia en el reto de los ámbitos eclesiales…
Predominio de lo Ritual-sacramental frente al trato con la gente y el acercamiento a sus problemas personal, familiares y sociales…
Se expulsa literalmente a los grupos juveniles de las parroquias para implantar otro modelo de grupo más litúrgico y más hacia adentro… Los locales parroquiales no se quieren para actividades de apoyo a los necesitados ….»
Una pastoral conservadora, con miedo al cambio y que no ayuda a la evangelización a pesar del nuevo Papa…
Falta de formación en conciencia social en los seminarios y en las comunidades parroquiales…
Una Iglesia clerical y conservadora en la que los seglares no somos protagonistas…Vivimos una situación de resistencia y de crispación social respecto a la Iglesia..

Y sus fortalezas como tales:

«Tenemos una sociedad y un contexto social más democrático, con afán de búsqueda y de espiritualidad…Con una mayor incorporación de la mujer a las luchas y reivindicaciones políticas y de solidaridad, inspiradas con frecuencia en los valores evangélicos.
Una buena imagen del Papa. Respeto de los no creyentes hacia los cristianos consecuentes y comprometidos…
Hoy se acentúa más la Persona de Jesús y de su mensaje que el peso de la Iglesia. Es un buen momento para pasar de una Iglesia-Institución de poder a otra más de servicio…Aumenta la conciencia crítica en algunos movimientos eclesiales…Muchas parroquias siguen siendo lugar de acogida para todo tipo de gente inmigrada y no inmigrada…»

«Nos afianzaste en los siguientes compromisos: Que descubrimos desde nuestra tarea pastoral y de misión, aunque muchas veces se nos frena a la hora de intentar poner en práctica lo que sentimos fieles a nuestra fe y a nuestra búsqueda y estudios. Nos afianzaste a favor de:

«Una Iglesia en diálogo y en la que l@s seglares tengan el peso específico que les concede el Evangelio..Una Iglesia que impulsa con fuerza los distintos carismas que se dan el las comunidades… Que reconoce el protagonismo de la mujer en todos sus ámbitos, incluidos los estructurales y de decisión…
Con mayor formación del laicado para el descubrimiento de la dimensión social de la fe y todo lo que aporta el Evangelio a nuestra vida…
Y con una transformación profunda de los seminarios: Que los seminaristas puedan vivir y formarse en los barrios y acompañados de comunidades.
Una Iglesia que asuma en su interior la pluralidad intelectual y discursiva y que fomente la creatividad en sus comunidades como base de su espiritualidad evangélica y pastoral…
En la que Cáritas cambie su modelo asistencial por otro que fomente más las empresas de inserción o intermediación laboral…

Lo hacemos público todos los reunidos junto a tu placa «Jardines Alberto Iniesta», en el día de tu homenaje popular -24-9-18-, en tu querido Vallecas porque desde ahí nos sigues convocando y congregando como lo que eras y te fue reconoció públicamente: «UN JARDINERO FIEL»:

«Porque Alberto era, verdaderamente un jardinero fiel: El jardinero fiel no tiene horario. Madruga para regar. Se despierta, inquieto, si piensa que algo no anda bien en el jardín. Exige condiciones para que todas las plantas puedan vivir y crecer. Si la tierra es pobre, él la enriquece y abona. Si hay plantas que necesitan un clima constante, fabrica un invernadero. No descuida aquellas flores que crecen en las esquinas, fuera de la vista de la mayoría. Es resuelto con las malas yerbas que ahogan a las flores y no les dejan echar raíz. Pero, al mismo tiempo tiene cuidado con no arrancarlas antes de tiempo, para no llevarse por delante a las plantas más delicadas. Sabe que el jardín no es suyo, que es del Señor que se lo ha encargado a su cuidado, pero cuida a las plantas como algo de sí mismo y las conoce a cada una por su nombre. No es un asalariado simplemente, ni un funcionario, mucho menos un carrerista que quiere medrar, tiene verdadera vocación, ama a las plantas, las conoce, las escucha y las cuida. ..»

(Postdata amorosa: También te presentaremos estos sentimientos y conclusiones -seguros de que los bendecirás- en tu capillita de la gran Iglesia madrileña de San Isidro, donde vemos que ya hay gente que te invoca…Gracias)


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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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