No quiere decir que por ser pro palestino se piense automáticamente que Israel debe desaparecer
(Jesús Bastante).- El antisemitismo continúa presente en nuestra sociedad. Si bien ya no como una cuestión «folclórica», basada en prejuicio, sí en el «clima», según denunció esta mañana el embajador de Israel en España, Raphael Schutz, durante la inauguración del III Seminario Internacional sobre Antisemitismo que se celebra en Madrid, patrocinado por la Federación de Comunidades Judías de España. «Hay un clima de antisemitismo que esta de modo y es peligroso. El sentimiento anti-israelí».
Esta sensación fue una constante entre los participantes en el acto. Schutz, como después apuntaría el embajador de EE.UU., Alan Solomont, estableció nuevos modos de antisemitismo, como la presencia de viñetas o artículos contra el Estado de Israel, o «la relativización del Holocausto«. «Es peligroso cuando la oposición, que puede ser legítima, al Estado de Israel, pasa rápidamente al odio contra todos los judíos», proclamó Solomont.
Por su parte, Purificación Morandeira, Subsecretaria del Ministerio de Justicia, recalcó que los 40.000 judíos que viven en España «están totalmente integrados«, y recalcó cómo los poderes públicos «estamos luchando para rechazar cualquier discriminación a la población judía. Y no sólo queremos legislar, sino prevenir cualquier actitud xenófoba». Porque, como apuntó, «la pasividad fue uno de los factores del Holocausto».
La única voz discordante, o que matizó el discurso basado en el creciente antisemitismo en la sociedad española, fue la de Diego de Ojeda, director de Casa Sefarad, quien pese a reconocer que existe «parcialidad» en la prensa en contra de Israel y a favor de Palestina en el conflicto que desde hace décadas sacude Oriente Medio, «eso no quiere decir que por ser pro palestino se piense automáticamente que Israel debe desaparecer, igual que no por se prosaharahui se considere que Marruecos no debe existir».
Para Ojeda, «distinguir ambas cosas es útil, porque si no incrementamos el número de enemigos y disminuimos el de aliados». A su vez, y pese a reconoce que «hay un problema de antisemitismo», instó a los responsables judíos a reconocer que «hay otras amenazas» y a que «las administraciones públicas están combatiendo el antisemitismo como nunca antes se ha hecho en la Historia».