El Holocausto no hubiera sido posible sin tantos años de odio. El antisemitismo, el racismo, la incitación al odio, son un crimen. Todo empieza con la palabra"
(Jesús Bastante).- Fue el primer judío que estudió con los jesuitas en el ICADE, muy cerca del profesor Díaz Moreno. Nacido en Tánger, vivió de primera mano el diálogo con otras confesiones. Hoy, sustituye a Jacobo Israel al frente de la Federación de Comunidades Judías de España. Isaac Querub se presentó esta mañana ante los medios de comunicación. Un hombre afable, cercano, enamorado de las distintas culturas con las que ha tenido que convivir. «Nos hemos criado entre musulmanes, cristianos y judíos, y nunca hicimos diferencias. Cada uno era consciente de su identidad, y respetuosos los unos con los otros», afirmó a modo de presentación. Pero con las ideas muy claras respecto a la identidad propia de los judíos en España, y el compromiso de «una mayor vinculación» con el Estado de Israel. «Me siento orgulloso de ser judío y orgulloso de ser español».
En su presentación Querub pidió «mente abierta a los demás», en un mundo que cada vez parece más intolerante. «Los judíos siempre hemos sabido convivir en el exilio, y hemos buscado integrarnos. Cuando no lo hemos hecho, es porque no nos han dejado», afirmó. «Es necesario ser transparente, abrir las ventanas y que entre aire fresco.». En sus primeras palabras, afirmó que la nueva presidencia tendrá «un nuevo compromiso con Israel«, mucho más cercano, como se vio en sus ejes de trabajo: «La libertad y el respeto por el otro, de la diversidad dentro de la unidad del pueblo judío, de los valores tradicionales recogidos en la Torá, como el amor por la vida, la justicia y la igualdad», subrayó.
«Estamos también a favor de la paz y del entendimiento de los pueblos, del derecho a la diferencia cultural y religiosa, del progreso y de la dignidad, de la memoria y de un mejor conocimiento de la historia, de la igualdad entre los sexos, de una educación igualitaria que es sinónimo de futuro».
Querub se mostró a favor del «derecho del Estado de Israel a vivir en paz y libertad«, y también «a favor del sionismo, que permitió la identidad del pueblo judío, facilitado el retorno a Israel, superar el síndrome de pueblo masacrado en masa, recobrando nuestra dignidad».
El nuevo presidente recalcó la importancia de «la centralidad de Israel. Estamos a favor de Jerusalén como capital única e indisoluble del Estado de Israel. Estamos a favor de una educación judía y española, a favor de un Estado aconfesional, en España y en el mundo, y de la libertad religiosa tal y como viene recogida por la Constitución». Al tiempo, reivindicó el recuerdo de la Shoah, y un «mayor diálogo con las instituciones religiosas, y en especial con la Iglesia católica». «Los ataques al Estado de Israel son ataques al pueblo judío». «Hoy día -añadió- el Estado de Israel está siendo atacado, fruto de un doble rasero».
Eso sí, insistió en que «se puede ser judío y no estar a favor de las decisiones del Estado de Israel. Cada judío tiene su opinión, es discutidor, y eso es lo que ha hecho la grandeza del pueblo judío». Para Querub, «se puede ser judío y no ser sionista». Sí se colocó rotundamente en contra del acuerdo suscrito entre la ANP y Hamás para la gobernabilidad den las franjas de Gaza y Cisjordania: «El acuerdo de la Autoridad Palestina con Hamás es un error«, incidió. «La carta fundacional de Hamás es un documento nazi». Eso sí: «La Federación es favorable a la paz, aunque una declaración de independencia unilateral del Estado palestino sería poco inteligente, porque resultaría poco eficaz. Lo bueno es que fuera resultado de una negociación».
Por el contrario, la nueva presidencia se mostró rotundamente en contra de «el terrorismo y la violencia; los fanatismos, sean del signo que sean; las tiranías y cualquier otra forma de esclavitud y opresión; el antisemitismo o cualquier otra forma de discriminación; la incitación al odio; el uso de la amenaza de las fuerzas opresoras; y la demonización del Estado de Israel y que consideramos una nueva forma de judeofobia».
Querub se refirió al patrimonio judío (sinagogas, cementerios…) que fueron requisadas durante las expulsión, y reivindicó que pudieran volver a su uso anterior. «Tal vez la Iglesia católica, el Estado y la comunidad judía puedan encontrar la fórmula para devolver este patrimonio, y que éste recuperase su patrimonio original». Si se mostró crítico con la figura de Pío XII. «Pío XII podía haber ayudado mucho más de lo que lo hizo«. En cambio, «Juan Pablo II ha sido un Papa bueno, e hizo mucho por recoger el testigo lanzado por Juan XXIII en la declaración ‘Nostra Aetate’ en el Concilio Vaticano II».
Respecto a temas de debate con el Gobierno, el nuevo presidente de la FCJE no se mostró beligerante con la presencia de profesores de religión judía en España. «Hoy no es un problema grande, pero poco a poco vamos consiguiendo la equiparación deseable».
«La libertad de expresión nunca debe ser utilizada para incitar al odio», recalcó, refiriéndose a algunas informaciones o tendencias sobre el pueblo judío. e este sentido, Querub reconoció que la legislación española ampara esta libertad, pero insistió en no compartir recientes sentencias que, en su opinión, pueden amparar ataques a la libertad religiosa. «El Holocausto no hubiera sido posible sin tantos años de odio. El antisemitismo, el racismo, la incitación al odio, son un crimen. Todo empieza con la palabra».
Sobre las revueltas en países árabes, Querub admitió que las ve «con inquietud y con respeto», indicando que las reivindicaciones de algunos grupos «son más que fundamentadas» en la lucha contra sátrapas y dictadores.