Foro "Reforma, democracia y socialismo" de anglicanos y cristianos socialistas

Máximo Gárcia, teólogo protestante: «Sin la Reforma hubiera sido muy difícil la construcción de los Estados europeos»

Ángela González, dirigente del PSOE: "Sin Lutero no habría existido ni el capitalismo ni el socialismo"

Máximo Gárcia, teólogo protestante: "Sin la Reforma hubiera sido muy difícil la construcción de los Estados europeos"
Foro "Reforma, democracia y socialismo" en la catedral anglicana de Madrid RD

La Reforma surge como una denuncia de las injusticias de la Iglesia católica en el siglo XVI, y el socialismo surge en el siglo XIX también como un movimiento que denuncia injusticias y desigualdades en una sociedad piramidal

(Cameron Doody).- En este 500 aniversario de la Reforma protestante, anglicanos y cristianos socialistas siguen buscando «tender puentes». Por eso organizaron la noche de este martes en la catedral anglicana del Redentor en Madrid el foro «Reforma, democracia y socialismo», ocasión en la que Máximo García, escritor y teólogo protestante, recordó que «sin la Reforma hubiera sido muy difícil la construcción de los Estados europeos».

El obispo anglicano de Madrid, Carlos López, fue el encargado de abrir el foro, dando la bienvenida a los asistentes a la catedral del Redentor, la primera iglesia construida para uso exclusivamente protestante en toda España. El prelado quiso destacar el contexto histórico del encuentro: este tiempo de aproximación y entendimiento al que han llegado los cristianos de distintas denominaciones tras cinco siglos de desencuentros y descalificaciones.

Jorge Fernández, de Cristianos Socialistas, fue el moderador de la mesa, en la que también estuvieron Ángela González, integrante de la Comisión Ejecutiva del PSOE de Madrid, y García, escritor y teólogo protestante y también fundador de la primera Iglesia bautista de Madrid.

Fernández explicó que si bien este foro «Tender puentes» es recibido a veces «con incomprensión», sigue empeñado en trabajar por el acercamiento entre socialistas y cristianos de todas las denomincaciones, y en promover valores como el «respeto mutuo» entre ciudadanos o la profundización de relaciones entre la religión y la política.

González, por su parte, dedicó su intervención a los paralelismos que percibe entre el nacimiento del protestantismo en el siglo XVI y el del socialismo en el XIX.

«La Reforma surge como una denuncia de las injusticias de la jerarquía de la Iglesia católica de finales del siglo XVI», apuntó González, y eso de forma muy parecida a cómo «el socialismo surge a principios del siglo XIX también como un movimiento que denuncia injusticias y desigualdades en una sociedad que se enfrenta a un poder piramidal».

«El socialismo marca el paso dentro de la sociedad contemporánea de una sociedad liberal a una sociedad de masas, donde el objeto político se transforma en el sujeto y los individuos también empiezan a tener un mayor importancia en la participación política», continuó la joven. «Al igual en paralelo a los tiempos de la Reforma en la que los individuos empezaron también a tener una relación no solo directa con Dios, sino también pudiendo aprender directamente de la Biblia con las traducciones, que es fuente del conocimiento», añadió González.

Tanto el protestantismo como el socialismo «expían pecados y expían abusos», dijo la política, y junto con la democracia son «movimientos de apertura» que permiten el acceso a la autodeterminación, o bien de la propia conciencia de uno o bien de la conciencia colectiva de las sociedades. «Si Lutero no hubiera colgado sus 95 tesis, pues seguramente no hubiera existido ni el liberalismo, ni el capitalismo, ni la burguesía, ni el socialismo», destacó la política, subrayando así la importancia de la Reforma protestante para la sociedad de hoy día.

Al tomar la palabra, García profundizó en las repercusiones que este V Centenario de Lutero está teniendo en buena parte del mundo. Un eco que, confesó, le ha sorprendido, ya que nunca antes ha habido «tantos esfuerzos para entender lo que es la Reforma». Es más, en este año tan especial «el Papa ha tenido unos gestos muy significativos», como cuando dijo de vuelta a Roma tras su viaje a Armenia que «las intenciones de Martín Lutero no eran equivocadas, era un reformador».

«En ese tiempo la Iglesia no era un modelo a imitar: había corrupción, mundanidad, apego al dinero, al poder, y por eso protestó», declaró Francisco en aquel momento. Palabras que el teólogo bautista celebró, ya que reflejan un reconocimiento de la forma en que el protestantismo contribuyó a la construcción de la sociedad moderna en la educación, la política o la libertad de conciencia.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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