"Todos son bienvenidos en la Iglesia de Dios: todos tienen un lugar en la mesa"

Obispos anglicanos apuestan por apoyar a las personas LGBT+ a «explorar su vocación»

La homosexualidad o la identidad de género no son "una señal de inmadurez o una falta de fe"

Obispos anglicanos apuestan por apoyar a las personas LGBT+ a "explorar su vocación"
Obispos anglicanos defienden la contribución de fieles LGBT

Nadie debe ser informado de que su identidad sexual o de género, por sí sola, los hace inadecuados para asumir posiciones de liderazgo en la Iglesia

(Cameron Doody).- Cuatro obispos de la Iglesia de Inglaterra han pedido a sus curas y fieles que hagan más por reconocer la «gran contribución que los cristianos LGBT+ ofrecen». En una carta que promete marcar un giro importante en la actitud de la Iglesia anglicana hacia estas personas, los prelados afirman que «su identidad sexual o de género, por sí sola, los hace inadecuados para asumir posiciones de liderazgo en la Iglesia».

«Queremos afirmar que gente LGBT+ puede ser llamada a papeles de liderazgo y servicio en la Iglesia local«, declaran los obispos de Lichfield, Shrewsbury, Stafford y Wolverhampton, en una misiva que delinea una serie de nuevas pautas de cuidado pastoral a seguir en sus respectivas diócesis.

Partiendo de lo que califican como un «principio básico» de la vida eclesial –«que todos son bienvenidos en la Iglesia de Dios: todos tienen un lugar en la mesa»– explican cinco «consecuencias prácticas» que derivan de aquello y que deben ser desarrolladas en todas las parroquias.

Primero, que siempre ha de reinar en la Iglesia un cuidado minucioso a la hora de hablar sobre la sexualidad, para estar «atentos a la naturaleza personal y sensible de estas cuestiones». «No es correcto esconder nuestras visiones éticas y teológicas», afirman los obispos, «pero necesitamos proceder con cuidado cuando las expresamos, y estar preparados para escuchar con sensibilidad aquellos para quienes nuestras palabras pueden ser difíciles».

En segundo lugar, los obispos explican que se deben evitar «preguntas íntimas sobre las prácticas o deseos sexuales de las personas, o su experiencia de género», que «casi siempre son inapropiadas». «También resulta inaceptable», advierten los prelados, «decir o insinuar que su orientación sexual o identidad de género será cambiada por la fe, o que la homosexualidad o identidad de género es señal de la inmadurez o falta de fe».

Tercero, «que nadie debe ser excluido de recibir los Sacramentos del Bautismo o la Cena del Señor por razón de su orientación sexual o identidad de género». Cuarto, que las personas LGBT+ «deben ser apoyadas en la exploración de su vocación a ministerios laicos u ordenados». Y quinto, quizás la más importante: que la Iglesia debe acercarse a la gente LGBT+ con la buena noticia del amor de Dios, la bienvenida y el cuidado de Dios hacia todos».

La Iglesia de Inglaterra -durante muchos años pionera en el reconocimiento de la dignidad de fieles LGBT+- prepara un importante documento de enseñanza sobre la sexualidad que se prevé sea implementado a nivel nacional en 2020. En este debate, la carta de los obispos de Lichfield cobra mayor relevancia.

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Autor

José Manuel Vidal

Periodista y teólogo, es conocido por su labor de información sobre la Iglesia Católica. Dirige Religión Digital.

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