Nigeria y Rumanía son los dos países de los que provienen de forma mayoritaria los y las menores
Las políticas llevadas a cabo por los diferentes gobiernos hasta ahora no han sido capaces de «generar un sistema organizado» para articular la protección «de las víctimas de trata, ya sean con menores o con personas adultas», ha denunciado la responsable en Asturias de Fundación Amaranta, Vanesa Álvarez, en el seminario sobre ‘Trata de menores en frontera’ que se ha celebrado esta mañana en la sede de la institución. Por lo tanto, se hace necesario «un enfoque basado en los Derechos Humanos».
Setenta y cinco personas han participado en este encuentro en el que se ha analizado esta situación y en la que se ha subrayado que las víctimas de trata «son titulares de derechos no sólo son personas con necesidades» y por ello deberían tener una especial atención.
Abrió la jornada de trabajo la representante de la Oficina del Defensor del Pueblo, Elena Arce, acompañada por la directora de la Fundación, Pilar Casas. Arce se centró en los menores más pequeños, aquellos que llegan con sus padres a Europa y que «no son considerados como víctimas de trata». Para Arce son los más vulnerables «de un sistema injusto». El dato es esclarecedor: En la actualidad «están desaparecidos más de un centenar de niños que se encuentran situación de riesgo». Y alertó que desde que llevan este sello, «en todos los casos que lleguen menores deberían ser tratados como lo que son, niños en situación de riesgo».
A juicio de Arce, el grupo de especial vulnerabilidad es el de mujeres con niños muy pequeños que «necesitan lugares seguros, pero nadie que sea del ámbito jurídico se lo va a dar, porque se ha demostrado que no funciona»; y de esta manera se pone en riesgo a la madre y a los niños. Para Arce se hace necesario «crear entornos seguros» que ayuden a madres e hijos a establecerse». Queda «mucho por hacer» y se ha avanzado poco en este campo porque, defiende, «existen indicios claros para entender que detrás de estos casos hay situaciones de trata».
Acción «multidisciplinar»
A lo largo de la mañana se analizaron diferentes aspectos de la trata de menores. En el primer panel de la exposición la representante de la ‘Red Española contra la trata’, Catalina Perazzo recordó que los menores de edad suponen «la mitad» de las víctimas de trata, porque lo que se hace necesaria una intervención desde un punto de partida «interdisciplinar».
Por su parte, la directora de Fundación Amaranta en Asturias, Vanesa Álvarez, apuntaba que Nigeria y Rumanía son los dos países de los que provienen de forma mayoritaria los y las menores. Álvarez expuso un análisis de intervención con menores víctimas de trata desde un enfoque desde los derechos humanos e individuales. Denunció que «aún no está desarrollado un catálogo de servicios», aunque «sí hemos avanzado, pero de manera escasa».
Álvarez apuntaba que los sistemas «no están incorporando las situaciones nuevas de desprotección» y que «todavía no estamos siendo capaces de articular la protección como menor y víctima de trata».
Fenómeno en aumento
Por su parte, Helena Maleno, del Colectivo Caminando Fronteras, habló acerca del fenómeno de mujeres, niñas y adolescentes víctimas de trata, que proceden del África Subsahariana. Un hecho que ha aumentado de manera notable en los últimos tres años.
Y es que esta realidad es una de las principales consecuencias del cierre y desplazamiento de las fronteras en países terceros lo que ha permitido el afianzamiento de las redes de trata en detrimento de las redes puntuales de tráfico. Por otro lado, la concurrencia en el mercado sexual de jóvenes procedentes de la Europa del Este y Sudamérica, ha hecho que las redes subsaharianas apuesten por las menores de edad para mejorar la competencia. El tercer fenómeno es la instalación en España de redes «que tradicionalmente operaban en países francófonos, como Francia y Bélgica».
En concreto, especificó que en la frontera con África se ha pasado de un «discurso de problema a un discurso de conflicto» y desde los gobiernos «se ha planteado casi un asunto militar» y los principales perjudicados por esa violencia «son y han sido los menores».
Por su parte, el sociólogo francés Olivier Peyroux abundó en la problemática de los menores que llegan desde el Este de Europa y las actividades criminales en las que se los implica. Concluía asegurando que si se trata como criminales a los menores traficados para la comisión delitos, «estamos fomentando este tipo de trata».
Retos
El reto es importante porque como recalca la profesora Tatiana Buianina, la estrategia para la prevención del abuso y explotación sexual de menores, quedará «incompleta si no nos ocupamos de las personas susceptibles a ser explotadores de los menores» porque este tipo de delincuentes «se encuentran en todos los grupos de edad» y el tipo de abuso depende del grado de maduración sexual y afectiva» de estos individuos
Desde 1856
La Fundación Amaranta fue creada 2007 por las Religiosas Adoratrices para cohesionar la acción social que realizan desde 1856. Su fin es favorecer «la integración personal e incorporación social de mujeres y adolescentes afectadas por la prostitución y otras situaciones de exclusión». Intentan incrementar «la conciencia de la dignidad de estas mujeres y poner fin a su discriminación».
Más información Consuelo Rojo Fernández, responsable de prensa y relaciones con los medios. Teléfono 679 862 925