"Hay disparos por las paredes y, a veces, los rebeldes entrany arrasan con lo poco que hay"
(Misiones Salesianas).- «La situación en Yemen es cada vez más difícil. Al miedo a ser bombardeados en cualquier momento, se suman la falta de suministros básicos y el aumento increíblede los precios de los alimentos», explica uno de los dos misioneros salesianos que aún permanecen en el país.
Ya hace un año del comienzo del conflicto en Yemen y la población civil es la que
más está sufriéndolo. Naciones Unidas habla de más de 4.500 muertos, 1,4 millones
de personas desplazadas y cerca de 50.000 personas que se han visto obligadas a
huir, la mayoría a países como Djibuti y Somalia. Además, el 80% de la población
que permanece en el país no tiene acceso a agua potable y 13 millones de personas
están pasando hambre.
«La ciudad de Adén parece que está tratando de recomponerse. Los bombardeos y
los combates han finalizado. Lo difícil está hoy en Taiz. Aquí llevamos más de cuatro
meses de combates y bombardeos», explica el misionero salesiano.
«En la actualidad,nuestros misioneros, en Taiz, están viviendo en la casa de retiro que las Hermanasde la Caridad tienen a 12 kilómetros de la ciudad, ya que la Iglesia fue saqueada y destruida«, explica Ana Muñoz, portavoz de MISIONES SALESIANAS.
«Las hermanas acogen a enfermos y a algunos heridos por la guerra. Aquí tampoco estamos completamente a salvo. Hay disparos por las paredes y, a veces, los rebeldes entran y arrasan con lo poco que hay», añade el salesiano.
Desde MISIONES SALESIANAS queremos pedir a la comunidad internacional que
este conflicto no se olvide y, sobre todo, que dé pasos para un compromiso firme
para proteger a la población civil, víctima de la situación.