'Queremos que acudan a nosotros para aprender a cuidarse y recordar que no están solos'
(Lucía L. Alonso, Mensajeros de la Paz).- Este domingo 20 de marzo, Domingo de Ramos, la iglesia de San Antón, en el barrio de Chueca, se vestirá de fiesta y rendirá homenaje, en sintonía con la preocupación del Papa Francisco en su encíclica Laudato Si, al cuidado de la creación.
Para empezar, los trabajadores de Mensajeros colocarán una camilla a la entrada del templo, cuyas puertas permanecen abiertas las 24 horas del día, donde colocarán los ramos que serán bendecidos durante la celebración litúrgica. «Con este gesto queremos simbolizar -explica el Padre Ángel, fundador de Mensajeros de la Paz- que lo primero de lo que tenemos que cuidar es de la salud de la naturaleza».
Posteriormente, una burra entrará en la calle Hortaleza, donde se encuentra la iglesia, acompañando a la banda musical de Morata de Tajuña (más de sesenta músicos) y a los médicos y enfermeros que ya están acudiendo a trabajar voluntariamente en esta iglesia abierta a los sintecho.
«No puede faltar la burra con la que entró Jesús en Jerusalén: este es el templo de los animales y precisamente los animales de establo fueron los favoritos de San Antón«, dice el Padre Ángel, con la misma alegría con la que recibe en su parroquia a perros, gatos y demás mascotas.
Camilla de Misericordia
Jesús, médico presidente de la Pediatría Social del Hospital Niño Jesús, Sor Consuelo, enfermera y misionera mercedaria, y María Teresa, enfermera navarra con experiencia en cardiología, medicina deportiva y atención primaria, son el equipo de voluntarios de Mensajeros que va a dirigir en la iglesia de San Antón la «Camilla de la Misericordia».
Este proyecto de orientación sanitaria y mínima atención de enfermería (cura de heridas…) no pretende sustituir a la consulta de la Seguridad Social, sino facilitar a las personas que están en situación de calle información sanitaria adecuada. «Queremos ser un apoyo, una referencia, que acudan a nosotros para aprender a cuidarse», explica Jesús. Por su parte, la hermana Consuelo menciona que este es el Año de la Misericordia «y el Padre Ángel quiere demostrar a estas personas que no están solas, que nos importa su salud y su bienestar».
«Vamos a empezar atendiendo los martes de 17 a 19», explica Mariate, la última incorporación a este humilde proyecto de «ser camilla, pequeña pero acogedora, como estas mesas camilla de San Antón donde los excluidos se sientan y hablamos con ellos e intercambiamos afecto», en palabras del presidente de Mensajeros de la Paz.
Por último, Ilunion Ilusión Compartida (grupo de empresas de la Once) ha instalado esta semana en San Antón un bucle magnético de inducción que a partir de ahora hará posible que las personas con prótesis auditivas reciban una señal mejor, más limpia, en sus audífonos al escuchar la misa o lo que se realice en el interior del templo.
El bucle recoge la señal de audio a partir de la microfonía del altar. Esta moderna iniciativa ya está en vigor en Santa María del Silencio, y será instalada en once importantes catedrales de España. «Pero la Once primero nos ha elegido a nosotros, porque San Antón es una iglesia inclusiva, desde nuestras tablets para facilitar la confesión al resto de servicios -comenta el Padre Ángel- Estamos muy agradecidos a Ilunion por trabajar por la integración y la salud junto a este templo».
Todos los médicos y enfermeros que quieran están convocados por la ONG a desfilar con bata blanca, junto a los médicos voluntarios de San Antón, este domingo con la banda musical, para celebrar que en Madrid hay salud para todos.
Monseñor Aguirre, desde el corazón de África
J. José Aguirre, obispo de Bangassou y presidente de la Fundación Bangassou, viajará este fin de semana desde su diócesis en República Centroafricana a Madrid. Su misión ha inspirado, entre otros, el reciente documental Los párpados cerrados de Centroáfrica y la admiración del Papa Francisco cuando viajó recientemente al centro del continente.
«Es un privilegio que Aguirre nos venga a bendecir desde el corazón de África -opina el Padre Ángel– Es un ejemplo de dedicación a los pobres y cuidado de la ‘casa común’; de ser lo que San Antón quiere ser y en lo que Mensajeros cree».