Es una pobreza joven, entre los 25 y los 44 años, y, también, tiene rostro femenino
Cáritas atiende a menos personas pero más veces, lo que muestra una pobreza «cronificada», tal y como han coincidido en señalar este viernes el Obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Carlos Escribano, y director de Cáritas La Rioja, Luis Lleyda.
En rueda de prensa, Lleyda ha informado de que el año pasado se atendió a 2.986 personas, un quince por ciento menos que en 2016, con 7.735 beneficiarios (dado que las atenciones suelen ser a familias). Sin embargo, las respuestas crecieron un 6,5 por ciento, hasta las 23.634.
«Sigue existiendo la pobreza y ésta está cronificada», ha señalado por tanto, algo en lo que ha coincidido Escribano, quien ha aseverado: «La pobreza se sigue haciendo crónica». Además, de esas personas 913 acudían por primera vez, por lo que a la vez «sigue haciéndose visible en nuevas familias».
Y es que es una pobreza joven, entre los 25 y los 44 años, y, también, tiene rostro femenino. En este sentido, se nota un crecimiento de las familias monoparentales, de una mujer con hijos, que acuden a por ayuda porque «afrontan el futuro solas».
En total, se destinó 183.965,86 euros a ayudas económicas directas en las acogidas parroquiales. Si a esta cifra se le añaden las becas del fondo de solidaridad Cáritas La Rioja administró 345.080 euros en ayudas directas.
En este sentido, ha resaltado que el 82 por ciento de los ingresos en 2017 proviene de socios, colectas, donativos y herencias y, de este dinero, más de 300.000 euros llegaron desde las herencias, algo ante lo ha hecho un llamamiento a que los donativos se puedan «estabilizar» porque «cada año es un misterio» para Cáritas saber cuantas ayudas puntuales llegarán.
Además, ha subrayado la importancia la formación en talleres, en los que 898 personas obtuvieron ayuda para favorecer su inserción, un aumento del 42 por ciento.
A este respecto, el coordinador general de Cáritas, Juan Antonio Meléndez, ha señalado que el lema de Cáritas es «hacer justicia» y no pretenden «hacer asistencialismo» sino que buscan que estas personas encuentren una salida.
(RD/Ep)
