El Catecismo de la Iglesia Católica dice que las personas homosexuales deben ser tratadas con respeto, compasión y sensibilidad
(Jesús Bastante).- «El Catecismo de la Iglesia Católica dice que las personas homosexuales deben ser tratadas con respeto, compasión y sensibilidad. Estas dos últimas son necesarias para el trato que se da a cualquier ser humano, independientemente de su orientación sexual o identidad de género. Si las cosas fuesen así la compasión no sería necesaria. Las actitudes y declaraciones homófobas son especialmente dolorosas cuando vienen de los cristianos, tanto del clero como de los seglares, y se alejan mucho de lo que se entiende como respeto». El Fórum Europeo de grupos cristianos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales entregó esta mañana una carta dirigida a Benedicto XVI en la Santa Sede, así como en distintas conferencias episcopales del Viejo Continente, entre ellas España. En nuestro país, además, solicitaron una reunión con el cardenal de Madrid, Antonio María Rouco Varela «para acercar posiciones».
En la carta, los homosexuales cristianos europeos instan a Benedicto XVI a que «que condene los actos violentos perpetrados contra las lesbianas, los gays, las y los bisexuales y las y los transexuales (LGTB) y la cooperación de Su Persona para erradicar la condena existente hacia los actos homosexuales en algunos lugares del mundo». Una colaboración que, entienden, se da muchas veces a través de la falta de comprensión y del silencio de la jerarquía eclesiástica. El silencio de Su Santidad es interpretado por las personas involucradas en actos de violencia, tortura y muerte como un consentimiento hacia los mismos«, afirma el texto, que pone como ejemplo el asesinato en Uganda de David Kato. Los responsables de estos actos de violencia «están por regla general convencidos de que cumplen con la voluntad de la Iglesia Católica Romana».
La carta critica cómo, en diciembre de 2009, «la Santa Sede rechazó suscribir la Declaración de la ONU sobre Orientación Sexual Identidad de Género«.
El documento también insta al Pontífice a «que ofrezca una interpretación clara a toda la cristiandad acerca de los pasajes de la Biblia empleados para justificar estas acciones tan abominables», al igual que se hizo con los pasajes que hablaban de la esclavitud. «No se deben interpretar al pie de la letra los versículos que aluden a acabar con la vida de aquellos que mantienen relaciones sexuales con personas de su mismo sexo«.
En cuanto a los que, todavía, hoy, continúan hablando de la homosexualidad como de una enfermedad que se puede curar, los responsables de LGTB cristianos de Europa insisten en pedir a Benedicto XVI que «no se predique nunca más que los y las homosexuales han de someterse a terapias de ningún tipo, y que tienen el derecho de vivir sus vidas dentro de una relación amorosa y de fe».
Finalmente, la carta pide al Papa que «reconsidere su postura acerca de las relaciones entre personas del mismo sexo y entre transexuales», de modo que estas relaciones «sean bendecidas por la Iglesia«. También exigen «a Su Santidad para que no lance más mensajes que insten a los católicos y católicas a votar en contra de las leyes que amparan las relaciones entre personas del mismo sexo».