La Santa Sede, confiando en la sinceridad del arrepentimiento manifestado, quiere brindarle la oportunidad de reanudar con serenidad la vida junto a su familia
(Jesús Bastante).- Paolo Gabriele, el ex mayordomo del Papa, ha sido indultado por Benedicto XVI y pasará las Navidades con su familia, según confirmaron al mediodía a Religión Digital fuentes vaticanas de toda solvencia. La noticia fue confirmada posteriormente por la propia Santa Sede en un comunicado en el que afirma que «esta mañana el Santo Padre ha visitado en la cárcel a Paolo Gabriele para confirmarle su perdón y comunicarle en persona que ha acogido su petición de gracia, condonándole la pena infligida».
«Se ha tratado de un gesto paternal hacia una persona con la que el Papa ha compartido durante varios años un trato cotidiano. Sucesivamente el sr. Gabriele ha sido excarcelado y ha regresado a casa. Si bien no podrá retomar su trabajo precedente ni continuar residiendo en el Vaticano, la Santa Sede, confiando en la sinceridad del arrepentimiento manifestado, quiere brindarle la oportunidad de reanudar con serenidad la vida junto a su familia», concluyó la nota.
«Paoletto», condenado a año y medio de cárcel por el robo y filtración de documentos secretos del Vaticano, podrá salir de prisión gracias al perdón concedido por la Santa Sede. El Pontífice sí anunció la concesión de perdón a los cardenales que forman parte de la comisión investigadora del Vatileaks.
A partir de ahora, Gabriele queda libre de todo cargo y podría, incluso, volver a trabajar en alguna agencia vaticana, toda vez que el indulto exime de cualquier responsabilidad penal. La Navidad ha traído el mejor regalo a la familia del ex mayordomo papal, casado y con tres hijos.
A la medida de gracia concedida por Benedicto XVI a Paolo Gabriele se añade otra similar en favor del técnico informático Claudio Sciarpelletti, quien había sido condenado a tres meses de cárcel por «favorecimiento» pero que nunca llegó a ingresar en prisión. De hecho, llevaba ya dos semanas trabajando normalmente en su oficina después de una temporada de descanso. La gracia papal borra sus antecedentes penales, por lo que su carrera profesional puede continuar sin manchas.