Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos
El Papa Francisco ha pronunciado en español por primera vez la síntesis de su catequesis semanal durante la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, en la que ha advertido de que ser cristiano no se reduce a cumplir los mandamientos. «Se trata de pensar, actuar, amar como Cristo, dejando que tome posesión de la existencia para que la cambie, la transforme, la libere de las tinieblas del mal y del pecado, ha advertido.
Precisamente, este miércoles se encontraba en el Vaticano una representación del Club Atlético San Lorenzo de Almagro de Buenos Aires, del que el Pontífice es seguidor. No es, sin embargo, la primera vez que puede oírse al Pontífice utilizar su lengua materna, ya que recurrió a ella el pasado 16 de marzo durante la audiencia que concedió a los periodistas congregados en el Vaticano para cubrir el Cónclave. En aquella ocasión, aunque dirigió la mayoría de sus palabras en italiano, terminó utilizando el español para explicar que daría su bendición en silencio por respeto a quienes, estando presentes, no eran cristianos o creyentes.
«Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos –ha dicho este miércoles– Esta relación de hijos con el Señor debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos y la práctica de la caridad». Por ello, ha insistido en la necesidad de comportarse como «hijos de Dios», sin caer en el desánimo.
Así, el Pontífice ha destacado la importancia de «mostrar a Cristo Resucitado» con el «anuncio de la palabra pero, sobre todo, con la vida, a las personas que cuestionan el motivo para la esperanza, al tiempo que ha solicitado que se muestra «la alegría por ser hijos de Dios, la libertad que dona el vivir en Cristo, que es la verdadera libertad». «Es un servicio valioso que debemos dar a este mundo, que a menudo no consigue alzar la mirada hacia el alto, hacia Dios», ha insistido.
Además, el Papa Francisco ha reflexionado sobre «el valor de la Resurrección de Jesús, en la que se funda la fe» ya que ha indicado que el don recibido más grande del misterio pascual ha sido la liberación del pecado y el ser «hijos de Dios, generados a una vida nueva».
Por otro lado, en su saludo a los peregrinos de lengua árabe ha exhortado a «no desanimarse» porque Cristo ha «asegurado la paz» y les ha deseado que «la paz de Cristo Resucitado sea siempre con vosotros» ha concluido. (RD/Ep)
(RV). Con su cercanía en la oración, el Santo Padre culminó su audiencia general recordando a los afectados por el terremoto que asoló a los iraníes:
«He recibido la noticia del fuerte terremoto que ha sacudido el sur de Irán y que ha causado muertos, numerosos heridos y graves daños. Rezo por las víctimas y expreso mi cercanía a las poblaciones golpeadas por esta calamidad».
Son cerca de 40 los fallecidos, 850 los heridos y más de 800 viviendas destruidas, hasta esta madrugada, en la provincia de Busher, en el sur de Irán, afectada por un terremoto de 6,1 grados Richter. Los equipos de socorro prosiguen las labores de búsqueda y rescate, mientras según la agencia local iraní Fars, el seísmo se pudo sentir moderadamente incluso a 500 kilómetros del epicentro en algunos países árabes ribereños del golfo Pérsico, como Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.
El terremoto se produjo a unos 100 kilómetros de la central nuclear de Busher, la única de Irán y que está en la fase de pruebas, donde se sintió el seísmo, aunque la corporación rusa, que dirige su construcción, señaló que la situación
en la misma es normal y que proseguían los trabajos.
Palabras del Santo Padre en español:
Queridos hermanos y hermanas:
Deseo reflexionar sobre el valor salvífico de la Resurrección de Jesús, en la que se funda nuestra fe y por la que hemos sido liberados del pecado y hechos hijos de Dios, generados a una vida nueva. Éste es el don más grande que recibimos del Misterio Pascual de Cristo. Dios nos trata como hijos, nos comprende, nos perdona, nos abraza y nos ama aun cuando nos equivocamos. Esta relación filial con el Señor debe crecer, ser alimentada cada día con la escucha de su Palabra, la oración, la participación en los Sacramentos y la práctica de la caridad. Comportémonos como hijos de Dios, sin desanimarnos por nuestras caídas, sintiéndonos amados por Él, sabiendo que Él es nuestra fuerza. Ser cristianos no se reduce sólo a cumplir los mandamientos, es ser de Cristo, pensar, actuar, amar como Él, dejando que tome posesión de nuestra existencia para que la cambie, la trasforme, la libere de las tinieblas del mal y del pecado. A quien nos pida razón de nuestra esperanza, mostrémosle a Cristo Resucitado y hagámoslo con el anuncio de la Palabra, pero sobre todo con nuestra vida de resucitados.
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, provenientes de España, Argentina, México y los demás países hispanoamericanos. En particular, al grupo de las diócesis de Galicia, con sus Obispos, así como a los sacerdotes del curso de actualización del Pontificio Colegio Español, y al grupo del Club Atlético San Lorenzo de Almagro, de Buenos Aires. Invito a todos a dar testimonio del gozo de ser hijos de Dios, de la libertad que da el vivir en Cristo, que es la verdadera libertad. Muchas gracias.