Entre nuestros deberes se encuentra el de dar testimonio del amor de Cristo, dar voz al llanto de los pobres para que no sean abandonados a la ley de una economía que parece considerar al hombre sólo como un consumidor
El papa Francisco dijo hoy ante el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, que ambas Iglesias, católica y anglicana, caminan juntas mediante el diálogo teológico y en el compromiso por la búsqueda de la unidad entre los cristianos que deriva de la voluntad misma de Jesucristo.
El papa argentino dirigió estas palabras al arzobispo de Canterbury y Primado de la Comunión Anglicana, durante una audiencia privada en la Biblioteca de los Apartamentos Apostólicos vaticanos, para después rezar juntos en la capilla «Redemptoris Mater».
Se trata del primer encuentro entre el papa Francisco y el arzobispo de Canterbury, quien fue entronizado en una solemne ceremonia como nuevo arzobispo el pasado 21 de marzo.
«La solidez de esta unión -subrayó el pontífice- ha permitido mantener la ruta aun cuando en el diálogo teológico han emergido dificultades mayores de aquellas que se pudiesen imaginar al inicio del camino». Por ello -continuó-, «el rezo que elevamos juntos es de importancia fundamental».
Por otra parte, comentó al arzobispo anglicano que parece que la sociedad pone en discusión algunas bases de la propia convivencia «como el respeto hacia lo sagrado de la vida humana y la solidez de la familia fundada sobre el matrimonio».
El papa Francisco insistió «en la necesidad de una mayor justicia social» que permita conseguir un sistema económico en el que prevalezca el servicio del hombre y la ventaja del bien común.
«Entre nuestros deberes -sostuvo- se encuentra el de dar testimonio del amor de Cristo, dar voz al llanto de los pobres para que no sean abandonados a la ley de una economía que parece considerar al hombre sólo como un consumidor».
Además, el papa agradeció el esfuerzo que Inglaterra mostró para comprender las razones que llevaron a su predecesor Benedicto XVI «a ofrecer una estructura canónica capaz de responder a la preguntas de aquellos grupos de anglicanos que pidieron ser recibidos en el seno de la Iglesia católica.
El papa Ratzinger dio un paso de gran envergadura y repercusión al abrir en 2009 las puertas de la Iglesia católica a los tradicionalistas anglicanos contrarios a las medidas aperturistas de la comunión anglicana, como la ordenación de mujeres y de homosexuales como obispos.
«Estoy seguro de que esta unión permitirá al mundo católico conocer mejor y apreciar las tradiciones espirituales, litúrgicas y pastorales del patrimonio anglicano«, aseveró Jorge Mario Bergoglio.
Y apuntó a que «la historia de las relaciones entra la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia de Roma es larga y compleja, no exenta de momentos dolorosos». Las últimas décadas no obstante -prosiguió el papa- han estado caracterizadas por un camino de cercanía, de aproximación y de fraternidad por el que debemos dar gracias sinceramente a Dios.
El papa Francisco aludió también al conflicto de Siria y solicitó «una solución pacífica» que garantice la seguridad de toda la población, «incluidas las minorías, entre las que se encuentran antiguas comunidades cristianas locales».
Por su parte, Welby afirmó que sólo si el mundo ve a los cristianos crecer en la unidad aceptará a través de nosotros el mensaje divino de paz y reconciliación. «El camino nos pone a prueba y no podemos no ser conscientes de que existen diferencias sobre cómo llevamos la fe cristiana y como afrontamos los retos lanzados por la sociedad moderna», señaló.
No obstante, un fundamento sólido de amistad «nos permitirá hablar el uno con el otro sobre estas diferencias de llevar las respectivas cargas y de estar abiertos a compartir el discernimiento de un camino de fidelidad a la voluntad de Cristo».
Welby fue entronizado en una solemne ceremonia como nuevo arzobispo de Canterbury el pasado 21 de marzo, dos días después de la misa de inicio del pontificado de Francisco en la Basílica de San Pedro, a la que el primado anglicano no asistió.
De 56 años, antiguo empresario del petróleo, casado y con cinco hijos, Welby superó así la última etapa de su designación como líder anglicano, tras ser elegido como sustituto de Rowan Williams el pasado 9 de noviembre y después de haber asumido oficialmente el cargo en enero.
En su visita, el arzobispo de Canterbury estuvo acompañado por su esposa Caroline, así como por su representante oficial en Roma, el arzobispo David Moxon, y por el arzobispo de Westminster, Vincent Nichols.
Éste es el resumen que nos ofrece Radio Vaticano:
Oración y compromiso para caminar hacia la anhelada unidad en Cristo; sacralidad de la vida humana y de la familia fundada en el matrimonio; justicia social y economía al servicio del hombre, dando voz al clamor de los más pobres, y de la paz, con especial atención al conflicto sirio, así como el diálogo entre las religiones y los no creyentes, son algunos de los temas destacados por el Obispo de Roma Francisco en su cordial bienvenida hoy al Arzobispo de Canterbury Justin Welby, en el marco de la visita fraterna del Primado de la Iglesia de Inglaterra y en el primer encuentro entre ambos, que han comenzado sus ministerios los días 19 y 21, respectivamente, del pasado mes de marzo.
Esta grata coincidencia, será «un motivo particular para sostenernos mutuamente en la oración», señaló el Papa Francisco, destacando su gran alegría por este primer encuentro con el Arzobispo de Canterbury. Y haciendo hincapié en la importancia de la oración pues «con la oración se renovará día tras día el compromiso de caminar hacia la unidad, que podrá expresarse en nuestra colaboración en diversos ámbitos de la vida cotidiana»:
«En especial en el testimonio de Dios y de la promoción de los valores cristianos ante una sociedad que a veces parece poner en tela de juicio algunos de los cimientos de la convivencia, como el respeto de la sacralidad de la vida humana y la solidez de la familia fundada en el matrimonio».
En este contexto, el Obispo de Roma puso de relieve también el compromiso social y en favor de los más desfavorecidos:
«También está el compromiso para impulsar una mayor justicia social y un sistema económico que se ponga al servicio del hombre y del bien común. Entre nuestras tareas, como testigos del amor de Cristo, está la de dar voz al clamor de los pobres, para que no sean abandonados a las leyes de una economía que parece considerar al hombre sólo como consumidor».
Sin olvidar la promoción de la paz y del diálogo:
«Conozco su especial sensibilidad hacia estos temas, en los que compartimos muchas ideas, así como su compromiso para favorecer la reconciliación y la resolución de los conflictos entre las naciones. En este contexto, junto con el Arzobispo Nichols, ha solicitado a las autoridades una solución pacífica al conflicto sirio, que garantice también la seguridad de toda la población, incluyendo las minorías, entre las cuales está las antiguas comunidades cristianas locales. Como ha destacado, los cristianos llevamos la paz y la gracia como un tesoro que debemos donar al mundo, pero estos dones darán fruto sólo cuando los cristianos viven y trabajan juntos en armonía. De este modo podremos contribuir a la construcción de relaciones de respeto y pacífica convivencia con cuantos pertenecen a otras tradiciones religiosas así como con los no creyentes».
Tras haber puesto de relieve el camino positivo de los últimos decenios en la historia de las relaciones entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia de Roma, larga y compleja y no exenta de momentos dolorosos, subrayando el diálogo fraterno y teológico, agradeciendo a la Comunión anglicana el esfuerzo por comprender las razones que llevaron a Benedicto XVI a ofrecer una estructura canónica, capaz de responder a las solicitudes de aquellos grupos de anglicanos que pidieron ser acogidos en la Iglesia católica, el Santo Padre Francisco concluyó su discurso recordando la promesa de Cristo, ‘donde hay dos o tres reunidos en mi Nombre, yo estoy presente en medio de ellos’ (Mt 18,20) y exhortó a caminar juntos hacia la tan anhelada unidad, don que viene de lo alto y se funda en nuestra comunión de amor, con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo:
«Caminemos querido hermano hacia la unidad, fraternamente unidos en la caridad y teniendo como punto de referencia constante a Jesucristo, nuestro hermano mayo. En la adoración de Jesucristo encontraremos el cimiento y la razón de ser de nuestro camino. Pueda el Padre misericordioso escuchar y exaudir las oraciones que le dirigimos juntos. Pongamos nuestras esperanzas en Él ‘que es capaz de hacer infinitamente más de lo que podemos pedir o pensar, por el poder que obra en nosotros’ (Ef 3,20)».
(Rd/Agencias)