San Agustín es una figura que hoy aún tiene mucho que decir a los cristianos, a la gente y a todos
Francisco presidió ayer tarde la Misa de inicio del 184 capítulo general ordinario de la Orden de San Agustín. Los agustinos se han reunido en el día de su fundador, en la basílica romana que lleva por nombre San Agustín, para comenzar este encuentro en el que elegirán al Prior General. Durante su homilía, el Papa Francisco ha advertido a los religiosos del peligro de «la mundanidad espiritual» y se ha lamentado por la existencia de «consagrados solterones».
«Pienso con dolor en los consagrados que no son fecundos, que son solterones; conserven la inquietud espiritual, la inquietud de anunciar al Señor con valentía y de ir hacia el otro, del amor hacia cada hermano y hermana». Ha insistido en este punto, la inquietud espiritual, como el camino para llegar «al encuentro con el otro» porque «la inquietud del amor siempre nos anima a acercarnos a los demás, sin esperar a que el otro manifieste su necesidad». El Pontífice ha repasado la vida de San Agustín y ha invitado a todos a seguir el ejemplo del santo de Hipona en su búsqueda de Dios.
El padre Prevost, que lleva ya en el cargo 12 años, en una entrevista con Radio Vaticana calificó a estos años como «positivos en lo que se refiere a la vida de la Orden, gracias a algunas cosas concretas y la apertura a nuevas misiones. El elemento de diálogo y la colaboración entre los distintos distritos de la Orden han crecido mucho».
Respecto al papa Francisco, el prior general expresó: «Vemos este nuevo Papa como un gran don para la Iglesia, de la misma manera en que vivimos el don del pontificado del papa emérito Benedicto, que dio a la Iglesia la enseñanza de San Agustín y lo hizo de una manera insigne e importante». El nuevo Papa toma algunos elementos del pontificado de Benedicto XVI con un estilo y un enfoque diferentes, expresó, y se acerca al pueblo de Dios «siempre con el mensaje del Evangelio».
Y añadió que «vive, con su humanidad, con su proximidad, con su gran amor, esta compasión, esta misericordia que tantas veces menciona y hace que el Evangelio sea un mensaje vivo para la gente, para el pueblo. Para nosotros es un regalo, un don, pero también un gran reto, este nuevo Papa y todo su mensaje».
El padre Prevost explicó, además, que «elegimos la fecha de la fiesta de San Agustín para abrir el Capítulo, precisamente por la importancia que San Agustín tiene para la vida de la Orden y para la vida de la Iglesia. San Agustín es una figura que hoy aún tiene mucho que decir a los cristianos, a la gente y a todos. Y este mensaje es algo que también debe guiar y acompañar la reflexión y el trabajo del Capítulo. Agustín es realmente una figura, como pastor y como teólogo, que tiene mucho que decir a la Iglesia de hoy».
(RD/Agencias)