El objetivo principal del viaje a Tierra Santa: conmemorar el histórico encuentro entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras
(José M. Vidal).- Llueve en Roma y el cielo está encapotado. Pero, en la Plaza de San Pedro, una vez más llena, parece salir el sol, cuando el Papa Francisco se asoma a la ventana. Sonriente como siempre, rezuma la bondad del Dios Niño. Y resplnadece aún más cuando anuncia que hará una «peregrinación de oración» a Tierra Santa del 24 al 26 de mayo. Con tres etapas: Amman, Belén y Jerusalén. Y con un gran encuentro ecuménico en la Basílica del santo Sepulcro.
Ante un mar de chubasqueros y paraguas multicolores, el Papa saluda como siempre: «Queridos hermanos y hermanas, buenos dias».
Frases de su catequesis
«La Palabra de Dios se hizo hombre y puso su tienda entre nosotros»
«Dios quiso unirse a todos los hombres y mujeres, para comunicarnos su vida y su alegría»
«Dios es Dios con nosotros, el Dios que nos ama y camina con nosotros. Este es el mensaje de Navidad»
«La navidad nos revela el amor inmenso de Cristo por la Humanidad»
«Somos amados, visitados y acompañados por Dios»
«Con el nacimiento de Jesús ha nacido un mundo nuevo y que puede ser siempre renovado»
«Dios es solidario con el hombre y con su historia»
«Esta proximidad de Dios con nosotros es un don que no termina. El es Dios con nosotros»
«En el misterio de la Encarnación hay un aspecto ligado a la libertad humana»
«Los suyos no lo recibieron. Nosotros, muchas veces también lo rechazamos»
«Pero Jesús no desiste, es paciente, sabe esperar, nos espera siempre. Un mensaje de esperanza y de salvación antiguo y siempre nuevo»
«Llamados a tesminoniar el Evangelio de la luz, de la paz y del amor»
«El mensaje de Jesús es vida, luz, esperanza y amor»
Tras la catequesis y el rezo del ángelus, el Papa bendijo y saludó a los presentes y anunció su viaje a Tierra Santa.
Deseo anunciar que del 24 al 26 de mayo próximo iré como peregrino a Tierra Santa.
El objetivo principal: conmemorar el histórico encuentro entre Pablo VI y el Patriarca Atenágoras.
Tres etapas: Amán, Belén y Jerusalén. Tres días.
En el santo sepulcro, un encuentro ecuménico con las iglesias, junto al Patriarca Bartolomé.
Pido vuestras praciones por esta paregrinación de oración.
Responde a los mensajes de felicitación de navidad y año nuevo. Da las gracias a los niños por su postales. Y da las gracias también a jóvene,s ancianos, familias, religiosos, movimientos…les pido a todos que sigan rezando por mí. Lo necesito.
Anima en su labor educativa a la asociación de maestros católicos presentes en la Plaza.
Y también a los marineros brasileños
Y concluye: «Buen domingo, buen apetito. Arrevederci»
El cuarto Papa que visitará Tierra Santa
Éste supondrá el segundo gran viaje internacional de Francisco del Pontificado que comenzó en marzo pasado, tras haber viajado a Brasil, a Río de Janeiro y al santuario de Aparecida, en julio, con motivo de la celebración de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El peregrinaje a Tierra Santa retomará el testigo del realizado por su predecesor en el cargo, Benedicto XVI, del 8 al 15 de mayo de 2009, cuando el ahora papa emérito visitó Jordania, Jerusalén, Belén y Nazaret.
Francisco será, de hecho, el cuarto pontífice que viajará a Tierra Santa, tras los pasos también de Juan Pablo II, que lo hizo del 20 al 26 de marzo de 2000 y, el propio Pablo VI, el primero, de cuyo viaje se cumple ahora medio siglo y que tuvo lugar del 4 al 6 de enero de 1964.
El papa Francisco siempre ha declarado que sus prioridades, tras el viaje a Brasil, eran visitar Tierra Santa, Asia y África, antes de volver a Latinoamérica, una posibilidad que tiene en mente, sobre todo, con la idea de desplazarse a su país de nacimiento, Argentina.
El pasado 18 de diciembre, en un encuentro en el Vaticano con una delegación del equipo de fútbol del que es seguidor, el San Lorenzo, Francisco comentó la posibilidad de viajar a Argentina en 2016 para participar en el Congreso Eucarístico que se celebrará en Tucumán por el Bicentenario de la Declaración de la Independencia argentina.
El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Horacio Zecca, había enviado unas semanas antes al papa Jorge Bergoglio, exarzobispo de Buenos Aires, una carta invitándolo formalmente al Congreso Eucarístico Nacional.