Sed mensajeros de la infinita bondad y de la inagotable misericordia del Padre
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(José M. Vidal).- Francisco con los Kikos. Por vez primera, en su pontificado, el Papa Bergoglio se reune a solas con un movimiento de la Iglesia: El Camino neocatecumenal. Todo un espadarazo papal a los Kikos y a sus 8.000 miembros reunidos en el aula Pablo VI. Para ponerse a las órdenes de Francisco y ser enviados por él. La gran apoteósis de los Kikos, dispuestos a sumarse a la primavera de Francisco.
En el estrado, los símbolos clásicos del Camino: Icono de María, la cruz del Camino. Querían llenar la Plaza de san Pedro. Y, como son el movimiento católico más numeroso, podían hacerlo con cierta facilidad. Pero el Vaticano quiso evitar esa imagen de poderío público y organizó la audiencia con el Papa en el aula pablo VI, con capacidad para entre 8.000 y 10.000 personas.
Decenas de obispos y varios cardenales. Entre ellos, el austríaco Schoborn y los españoles Rouco Varela y Cañizares. Y, por supuesto, muchas familias, pero también seminaristas, monjas y sacerdotes con barba, tipico look kiko.
Antes de la llegada del papa, Kiko coge su guitarra, se sube al estrado ycomienza a ensayar los cánticos con su voz aguardentosa y un poco desafinada.
Kiko entona el «Bendita eres tú, María», para recibir al Papa, pero Francisco no llega. Y Kiko dice: «Hay un poco de retraso en la llegada del Papa. Ánimo, sentaos. Ya os avisarán cuando llegue. Estamos asistiendo a un momento único. Sentáos y cantemos».
Y entona otros cantos, mientras esperan al Papa. «No perdáis la compostura. Un encuentro importantísimo. Levantad las cruces todas las familias, que se vean las cruces», anima Kiko.
Y le dice a las familias cómo tienen que salir, para ser enviadas. «Con rapidez, porque vamos conretraso, pero Dios nos ayudará. Tenemos que hacerlo rápido, dado el tiempo que nos dan».
«Como no podemos nombrar a todos los obispos, le damos un aplauso ahora. Y cita a algunos de los 50 obispos y 11 cardenales». Y nombra uno a uno. Entre ellos, «monseñor Arrieta, el Opus Dei también nos apoya», dice.
Nombra a algunos que no han venido. Y contínua con los nombres de los obispos italianos, franceses, polacos. «Aplaudan a los obispos de Polonia», pide Kiko. Después, los holandeses y los alemanes, finlandeses, de Kosovo, el arzobispo de Burgos que «abrió un Redentoris Mater».
Y continúa con los obispos latinoamericanos y asiáticos, japoneses y africanos.
«Rino Fisichella, presidente de la nueva Evangelización», exclama gozoso Kiko.
Pero tiene que parar la lectura, porque, tras más de media hora de retraso, aparece Francisco por la puerta lateral. Ante el clamor de la sala puesta en pié, el papa saluda a Kiko, Carmen y a los cardenales.
Kiko continúa de maestro de ceremonias ante el Papa
«Santidad estamos felicísimos. Cantemos al Espíritu Santo que venga en medio de nosotros», dice Kiko. Y la samblea canta otro de los cantos del Camino.
Y Kiko continúa: «No quiero darle la espalda. Honrados porque nos acompañan 11 cardenales». Y los nombra. «Rouco Varela de madrid, que ha apoyado el Camino». Y los nombra a todos. «Dziwisz, providencial para nosotros». «Monseñor Filoni está aquí con nosotros» y «Cañizares, tan cercano a nosotros». «Aplauso a los obispos que nos acaompañan».
«En esta audiencia nos acompañan los santos. Poneos en pié los de la missio ad gentes de la China. Van a China, una cosa impresionante. NO sabemos la lengua. Pero Foucauld decía ‘no hay pobrez amás grande que no saber la lengua’. Al aprender la lengua, se inculturan».
«Misión para La India y para Vietnam y la última, la Mongolia».
«Misión a Alemania, a Dinamarca, a Finlandia, a Estonia, a Francia, que está acogiendo el Camino de una manera maravillosa…»
«Después, Suiza. Preparados para partir a Kosovo, Letonia, Holanda, Ucrania, Bulgaria, Hungría y, por último, a Filadelfia».
«250 familias. En total, enviará hoy, Padre, 450 familias al mundo«.
Kiko nombra a los itinerantes, a los presbíteros y a los seminaristas. «Tenemos 56 seminarios en Europa».
La presentación se alarga y el Papa, paciente, saluda con la mano a los distintos colectivos que va nombrando Kiko.
«Tenemos poco tiempo. Le hice un pequeño esquema. y Kiko se dirige al cartel y lo coloca. Regresa y sigue hablando y explicado al Papa el proceso del Neocatecumenado«.
Kiko lleva ya más de 20 minutos actuando, pero sigue con su predicación ante el Papa, que le mira paciente.
«Para quitarnos el pecado de la carne, nos bautizamos…» Está tan nervioso Kiko que se trabuca, no termina las frases…grita tanto que enrojece, pero continúa con su larguísima intervención.
«Todas las comunidades vienen a Roma a hacer un acto de adhesión al Papa y, después, a Loreto. Porque la mayoría de nuestros miembros vienen de la izquierda, eran ateos, y les cuesta amar al Papa y a la Virgen«.
«Gracias por su paciencia, Padre. Ya termino. Así, en este Camino, el pecado de la carne va perdiendo fuerza. ¿Cómo no existe en todas las parroquias la iniciación cristiana de adultos?«, concluye Kiko con cara de reivindicación.
«Denos su palabra, Padre, y su abrazo». Y por fin se retira, tras más de media hora de intervención ante el Papa.
A continuación, interviene Mario Pezzi, para cantar el Evangelio, acompañado por música de fondo.
Frases del discurso del Papa
«Gracias al Señor por la alegría de vuestra fe. Gracias a Dios. Os saludo a todos cordialmente»
«Un saludo lleno de afecto a todos, especialmente a los niños, presentes aquí en gran número. ¿Podemos verlos? Bravo, gracias»
«La Iglesia os está agredecia. Os doy las gracias por todo lo que hecéis en la Iglesia y en el mundo»
«En nombre de la Iglesia, nuestra santa madre la Iglesia, os quiero proponer algunas sencillas recomendaciones»
«La primera, tener el máximo cuidado por construir y cuidar la comunión en las iglesias particulares»
«El Camino tiene su propio carisma y dinámica, un don con una profunda dimensión eclesial. Poneros a la escucha de la vida de la Iglesia»
«La comunión es esencial. A veces, es mejor renunciar a vivir vuestro carisma por la comunión»
«Otra indicación: El Espíritu de Dios llega siempre antes que nosotros. Esto es importante. El Señor siempre nos precede. Dios siemrpe va por delante de nosotros»
«Especial atención al contexto cultural…Ambiente a menudo muy diferente a los vuestros…»
«Por último, os exhorto a cuidar con amor unos de los otros, especialmente a los más débiles».
«El Camino es una vía exigente…Ejerced la paciencia y la misericordia, signo de la madurez de la fe»
«No debe ser forzada la libertad de nadie y tampoco a los que quieren buscar fuera del Camino su vía para acercarse al Señor»
«Os animo a llevar a todas partes, incluso a los ambientes más descristianizados, a las periferias existenciales, el Evangelio»
«Evangelizad con amor…Decidles que Dios ama al hombre tal y como es, incluso con sus pecados»
«Sed mensajeros de la infinita bondad y de la inagotable misericordia del Padre»
«Que María sostenga siempre vuestro apostolado»
«Sed misioneros celosos y alegres. No perdáis la alegría. Adelante»
Em el aula se desata el clamor.
El Papa bendice las cruces de las familias que van a ser enviadas.
Kiko invia a la asamblea a cantar un nuevo canto, guitarra en ristre. Primero en italiano y, después, en español.
Se acercan las familias y se ponen de rodillas ante el Papa, que las bendice.
«Dadle los niños pequeñor a bendecir y abrazar al Papa», dice Kiko. Y el papa bendice y abraza y las familias siguen desfilando y Francisco besa a todos y cada uno de sus hijos.
La ceremonia se retrasa y Kiko interviene en persona, para agilizarla. Pero siguen pasando las familias sin parar.
Tras las de China, las que van a la India. «Familias hindúes, proque europeas es peligroso enviarlas allí», dice Kiko.
EL Papa toene que irse. «Es la una y media. Es demasido tarde. Las demás misiones sentíos enviadas», explica Kiko
«En pié cantamos el Padre Nuestro en latín».
Y la bendición del Papa. «Muchas gracias y os pido, por favor, que recéis por mí. No me olvidéis».
Y Kiko entona el Aleluya.
Y el Papa se va, cansado, tras una hora con los Kikos, pero satisfecho de haber bendecido s los misioneros del Camino.
Texto completo de la catequesis del Papa
Queridos hermanos y hermanas
Doy gracias al Señor por la alegría de vuestra fe y por el ardor de vuestro testimonio cristiano. Os saludo a todos cordialmente, empezando por el Equipo responsable internacional del Camino Neocatecumenal, junto a los sacerdotes, a los seminaristas y a los catequistas. Un saludo lleno de afecto dirijo a los niños, presentes en gran número. Bravo, gracias. Mi pensamiento va de manera especial a las familias, que se dirigirán a las diversas partes del mundo a anunciar y dar testimonio del Evangelio. La Iglesia os está agradecida por vuestra generosidad. Os doy las gracias por todo lo que hacéis en la Iglesia y en el mundo.
Y precisamente en nombre de la Iglesia, nuestra Madre, nuestra Santa Madre Iglesia jerárquica, como le gustaba decir a san Ignacio de Loyola, en nombre de la Iglesia quisiera proponeros algunas sencillas recomendaciones. La primera es la de tener el máximo cuidado por construir y conservar la comunión dentro de las Iglesias particulares en las que iréis a trabajar. El Camino tiene un carisma propio carisma, una dinámica propia, un don que, como todos los dones del Espíritu tiene una profunda dimensión eclesial; esto significa ponerse a la escucha de la vida de las Iglesias a las que vuestros responsables os envían, a valorar sus riquezas, a sufrir por sus debilidades si es necesario, y a caminar juntos, como único rebaño, bajo la guía de los Pastores de las Iglesias locales. La comunión es esencial: a veces sucede, a veces puede ser mejor a renunciar a vivir en todos los detalles lo que vuestro itinerario exigiría, con tal de garantizar la unidad entre los hermanos que forman la única comunidad eclesial, de la que siempre debéis sentiros parte.
Otra indicación: allí donde vayáis, os hará bien pensar que el Espíritu de Dios llega siempre antes que nosotros. Esto es importante. ¡El Señor siempre nos precede! Pensad en Felipe, cuando el Señor le envía por ese camino y en la carroza estaba ese ministro de economía. El espíritu había llegado antes: el leía el libro del profeta Isaías. No entendía, pero el corazón ardía, y así cuando Felipe se acerca, está preparado para la catequesis y para el bautismo. El Espíritu siempre nos precede, Dios va siempre antes que nosotros. También a los lugares más alejados, también a las culturas más diversas, Dios derrama en todas partes las semillas de su Verbo. De aquí brota la necesidad de una especial atención al contexto cultural en el que vosotras familias iréis a trabajar: se trata de un ambiente a menudo muy distinto de aquel del que procedéis. A muchos de vosotros les costará aprender el idioma local, a veces difícil, y este esfuerzo es apreciable. Mucho más importante será vuestro compromiso para «aprender», lo ha dicho Kiko, las culturas que encontraréis, sabiendo reconocer la necesidad del Evangelio que está presente en todas partes, pero también esa acción que el Espíritu Santo ha realizado en la vida y en la historia de cada pueblo.
Y finalmente, os exhorto a tener cuidado con amor unos de otros, de forma particular de los más débiles. El Camino Neocatecumenal, en cuanto itinerario de descubrimiento del propio Bautismo, es un camino exigente, a lo largo del cual un hermano o una hermana pueden encontrar dificultades imprevistas. En estos casos, el ejercicio de la paciencia y de la misericordia por parte de la comunidad es signo de madurez en la fe. La libertad de cada uno no debe ser forzada, y se debe respetar la eventual elección de quien decidiera buscar, fuera del Camino, otras formas de vida cristiana que le ayuden a crecer en la respuesta a la llamada del Señor.
Queridas familias, queridos hermanos y hermanas, os animamos a llevar a todas partes, también a los ambientes más descristianizados, especialmente a las periferias existenciales, el Evangelio de Jesucristo. Evangelizad con amor, llevad a todos el amor de Dios. Decid a cuantos encontréis en los caminos de vuestra misión que Dios ama al hombre así como es, también con sus límites, con sus errores, con sus pecados. Y por esto ha enviado a su hijo, para que tomara sobre sí nuestros pecados. Sed mensajeros y testigos de la infinita bondad y de la inagotable misericordia del Padre.
Os confío a la Virgen María, para que inspire y sostenga siempre vuestro apostolado. En la escuela de esta tierna Madre sed misioneros celosos y alegres. No perdáis la alegría. Adelante.