Nuestro mundo debe ser liberado de estos males terribles y crímenes contra la humanidad. Cada mano y cada corazón deben unirse para garantizar esta libertad a todos aquellos que son prisioneros y que sufren
La Iglesia católica firmó hoy un acuerdo en el Vaticano con representantes del Islam y de la Iglesia anglicana con el que las principales religiones se comprometen a luchar para erradicar la esclavitud moderna y la trata de personas en todo el mundo antes de 2020 y animar a que se sumen a la lucha el resto de confesiones.
El acuerdo, bajo el título «Global Freedom Network», fue firmado por el canciller de la Academia Pontificia de Ciencias y Ciencias Sociales, el argentino Marcelo Sanchez Sorondo; Mahmoud Azab, en representación del gran Imán de al-Azhar, y el anglicano David John Moxon, que representará al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el fundador de la Walk Free Foundation, Andrew Forrest.
La iniciativa fue promovida por la «Walk Free Foundation«, que se define como un movimiento de todo el mundo para luchar contra la esclavitud moderna.
En la declaración conjunta se subraya que «la esclavitud moderna y la trata de personas son un crimen contra la humanidad» y que «la explotación física, económica y sexual de hombres, mujeres y niños condena a 30 millones de personas a condiciones inhumanas y a la degradación».
«Cada día en el que toleramos esta situación violamos nuestra humanidad común y ofendemos las consciencias de todos los pueblos», se lee en el comunicado conjunto.
En el acuerdo se invita a todas las religiones y gobiernos del mundo a «conducir el poder espiritual y el esfuerzo conjunto y la idea de liberación a desarraigar definitivamente la esclavitud y la trata» de personas en el mundo.
El acuerdo, Global Freedom Network, «se avalará de los instrumentos de la fe, la oración, el ayuno y la caridad» para luchar contra esta lacra social.
Asimismo se anuncia que se instaurará una jornada de oración por las víctimas y su libertad y que «todos los fieles y personas de buena voluntad son invitados a movilizarse».
Entre los varios puntos del acuerdo los firmantes se comprometen a animar al resto de confesiones a realizar programas de lucha contra la esclavitud y la trata de personas, a movilizar a los jóvenes o las familias, escuelas, universidades para que conozcan el tema.
También enviar a 50 grandes multinacionales su propuesta para que garanticen que en sus empresas se excluya la esclavitud y la trata de personas.
La misma invitación se hará a 162 gobiernos, con el objetivo que 30 jefes de Estado apoyen públicamente este acuerdo antes de finales de año.
Otro objetivo será que el grupo de países que forma el G20 también condene la trata de personas, adopte medidas contra estas lacras sociales y sostenga el acuerdo hoy firmado.
Este es el texto de la declaración común:
La esclavitud moderna y la trata de personas es un crimen contra la humanidad.
La explotación física, económica y sexual de hombres, mujeres y niños condena a 30 millones de personas a la deshumanización y a la degradación. Cada día en que seguimos tolerando esta situación violamos nuestra humanidad común y ofendemos a las conciencias de todos los pueblos.
Toda forma de indiferencia hacia las víctimas de la explotación debe cesar. Invitamos a todos los fieles y a sus líderes, a todos los gobiernos y a las personas de buena voluntad, a adherirse al movimiento contra la esclavitud moderna y la trata de seres humanos y a sostener el Global Freedom Network.
Solo actuando en todo el mundo, compartiendo los ideales de la fe y los valores humanos, podemos llevar el poder espiritual, el esfuerzo conjunto y la idea de liberación para desarraigar definitivamente la esclavitud moderna y la trata de seres humanos de nuestro mundo. El mal es obra del hombre y puede ser combatido por una voluntad inspirada por la fe y el compromiso humano.
Damos las gracias a todos los que ya están comprometidos en esta batalla y esperamos vivamente que este nuevo proyecto sirva para dar nuevo aliento a su compromiso a favor de la libertad de nuestros hermanos y hermanas más oprimidos.
A pesar de los esfuerzos de muchísimas personas en tantos países, la esclavitud moderna y la trata de seres humanos siguen creciendo. Las víctimas se ocultan: los lugares de prostitución, en establecimientos y en los campos, en pesqueros y estructuras ilegales, en casas privadas detrás de puertas cerradas y en muchos otros lugares, en ciudades, pueblos y «villas miseria» de las naciones más ricas y más pobres del planeta.
El Global Freedom Network se valdrá de los instrumentos de la fe: la oración, el ayuno y la caridad. Habrá una jornada de oración por las víctimas y por su libertad. Todos los fieles y las personas de buena voluntad serán invitadas a meditar y a actuar. Esas redes de oración específicas serán constituidas en todos los lugares del mundo.
En el marco del acuerdo, todas las partes se comprometen a recorrer todos los caminos posibles para estimular la acción global y combatir la esclavitud moderna y la trata de seres humanos. En el primer año se pondrán a punto planes para invitar:
– a todas las confesiones religiosas a vigilar para que sus cadenas de aprovisionamiento e inversiones excluyan toda forma de esclavitud moderna y adopte las medidas correctivas si fuera necesario;
– a todas las confesiones religiosas a movilizar a sus correspondientes secciones juveniles para que apoyen proyectos destinados a desarraigar la esclavitud moderna;
– a las familias, escuelas, universidades, congregaciones e instituciones, a dar a conocer la naturaleza de la esclavitud moderna y la trata de seres humanos, a enseñar cómo denunciarla y a señalar la capacidad destructiva de actitudes sociales, prejuicios y sistemas sociales nocivos relacionados con ella;
– a los líderes políticos a vigilar para que sus cadenas de aprovisionamiento excluyan las formas de esclavitud modernas;
– a 50 grandes multinacionales cuyos CEO sean personas de fe y de buena voluntad, a garantizar que sus cadenas de aprovisionamiento excluyan formas de esclavitud modernas;
– a 162 gobiernos a avalar públicamente la institución del Global Fund para poner fin a la esclavitud, con 30 jefes de estado que lo apoyen públicamente antes de finales de 2014;
– al G20 a condenar la esclavitud moderna y la trata de seres humanos y a adoptar una iniciativa contra la trata, además de sostener el mencionado Global Fund.
La declaración común concluye así:
Nuestro mundo debe ser liberado de estos males terribles y crímenes contra la humanidad. Cada mano y cada corazón deben unirse para garantizar esta libertad a todos aquellos que son prisioneros y que sufren. Este acuerdo marca un inicio y una promesa – las víctimas de la esclavitud moderna y de la trata de seres humanos no serán olvidadas o ignoradas: todos conocerán su historia. Caminaremos con ellos hacia la libertad.
(RD/Agencias)