Les exhorto, a perseverar en la oración por las situaciones de tensión y de conflicto que persisten en diferentes partes del mundo, especialmente en Oriente Medio y Ucrania
(RV/Agencias).- Después de la oración mariana del Ángelus de este domingo el Papa pidió que rezáramos por la situación de las comunidades cristianas en Iraq y Oriente Medio. Porque «la violencia no se vence con la violencia ¡La violencia se gana con la paz!».
Palabras del Santo Padre:
Queridos hermanos y hermanas:
He recibido con preocupación las noticias procedentes de las Comunidades cristianas en Mosul (Iraq) y en otras partes de Oriente Medio, donde éstas, desde el inicio del cristianismo, han vivido con sus conciudadanos, ofreciendo una contribución significativa al bien de la sociedad. Hoy son perseguidos. ¡Nuestros hermanos son perseguidos, son enviados fuera, deben dejar sus casas sin tener la posibilidad de llevarse nada! Aseguro a estas familias y a estas personas mi cercanía y mi constante oración. Queridos hermanos y hermanas tanto perseguidos, yo sé cuánto sufren, yo sé que son despojados de todo. Estoy con vosotros en la fe con Él que ha vencido el mal.
Y a vosotros aquí, en la plaza, y a todos los que nos siguen por la televisión, invito recordar en la oración. Les exhorto, a perseverar en la oración por las situaciones de tensión y de conflicto que persisten en diferentes partes del mundo, especialmente en Oriente Medio y Ucrania. El Dios de la paz suscita en todos un auténtico deseo de diálogo y de reconciliación. La violencia no se vence con la violencia. ¡La violencia se gana con la paz! Recemos en silencio pidiendo la paz. Todos en silencio.
Maria, reina de la paz…
Dirijo un cordial saludo a todos ustedes, peregrinos provenientes de Italia y de otros países.
Saludo al coro de la diócesis de Killala (Irlanda), las Hermanas Benedictinas de la Divina Providencia y de las Hermanas de la Caridad de Santa Juana Antida, los fieles de Pescara y Villanova en Padua, los jóvenes de Messina y a los niños huéspedes por las vacaciones de verano de Tivoli.
Por favor, no se olviden de rezar por mí.
Y a todos les deseo a todos un buen domingo y un buen almuerzo ¡Hasta la vista!
La catequesis
Inspirado en el Evangelio según san Mateo del domingo, en el caluroso mediodía y ante una plaza de San Pedro repleta de peregrinos con sombreros y sombrillas para protegerse del sol, el Obispo de Roma recordó que en la parábola el dueño sembró trigo, pero en la noche el enemigo sembró cizaña del campo y explicó que cizaña en hebraico deriva de la misma raíz del nombre de «Satanás» y reclama el concepto de «división».
Los servidores quieren cortar la cizaña pero el patrón se los impide con esta motivación: «para que no suceda que arrancando la cizaña corten también el trigo».
Francisco afirmó que el mal en el mundo no viene de Dios sino de su enemigo el Maligno, que muy astutamente siembra el mal en medio del bien, de modo que es imposible separarlos netamente; pero Dios al final podrá hacerlo.
El segundo tema dijo Francisco es la contraposición entre la impaciencia de los servidores y la paciencia y misericordia de Dios que ve mejor que nosotros la basura, pero ve también los gérmenes de bien y espera con paciencia que maduren, con la certeza de que el mal no tiene ni la primera ni la última palabra.
Gracias a esta paciencia de Dios también la cizaña puede convertirse en trigo, afirmó el Papa, asegurando que el mal será quitado y eliminado en el tiempo de la cosecha, es decir en el tiempo del juicio.
El Sucesor de Pedro concluyó exhortando a pedir a la Virgen que nos ayude a crecer en paciencia, en esperanza y en misericordia.