George Pell: "La Iglesia no tiene un mandato del Señor para pronunciarse sobre cuestiones científicas"
Se sabía que la reciente encíclica del papa Francisco, «Laudato si», había sido objeto de críticas especialmente en algunos ambientes de Estados Unidos, inclusive antes de su publicación por abordar un tema considerado «fuera» de su esfera eclesiástica, pero era difícil imaginar que lo hiciera un influyente cardenal, estrecho colaborador del Pontífice argentino.
Efectivamente, el purpurado australiano, George Pell, arzobispo de Sydney, Australia, afirmó que «la Iglesia no tiene ningún mandato del Señor para pronunciarse sobre las cuestiones científicas».
El prelado, que hizo estas declaraciones en una entrevista al Financial Times, fue nombrado hace 18 meses por Francisco Prefecto de la Secretaría para la Economía, una especie de «ministro de economía» del Vaticano, en el contexto de la reforma de las finanzas del Vaticano.
En la entrevista, Pell subrayó significativamente que «la Iglesia no tiene alguna particular competencia en la ciencia«, criticando indirectamente la decisión de Bergoglio de poner el cambio climático como una de las prioridades de la agenda de la Iglesia católica.
Es verdad que en la misma entrevista el cardenal australiano dijo que la encíclica «tiene muchos elementos interesantes» y que «hay partes bellísimas», pero también subrayó que «nosotros creemos en la autonomía de la ciencia» después de puntualizar que «la Iglesia no tiene un mandato del Señor para pronunciarse sobre cuestiones científicas«.
El hecho se registra a dos meses del importante viaje (19-27 de septiembre) que Francisco emprenderá, después de Cuba, a Estados Unidos, donde pronunciara discursos en el congreso estadunidense, en Washington, y en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, antes de clausurar la Jornada Mundial de la Familia, en Filadelfia.
El vocero papal, Padre Federico Lombardi, dijo ayer que Francisco ya «está escribiendo los discursos que pronunciará durante su visita a Estados Unidos», compromisos que -precisó- requieren una preparación «no indiferente».
Por ese motivo, Bergoglio permanecerá en el Vaticano todo el verano. Y por lo pronto, han sido canceladas todas las audiencias públicas, que se reanudarán en agosto. (RD/Agencias)