Oriente Medio, Cuba y Estados Unidos y, ahora, la soberanía de las Malvinas, han hecho que el Papa intervenga
El Vaticano minimizó este jueves el gesto del papa Francisco de recibir complacido un cartel que impulsa el diálogo entre Argentina y Reino Unido por las Islas Malvinas, conflicto que derivó en una guerra entre los dos países en la década de 1980.
«Se trata de una imagen tomada en el contexto de la audiencia general (de los miércoles), durante la cual numerosos fieles ofrecen al papa muchos objetos, a menudo solo con el fin de tomarse una fotografía«, explicó Ciro Benedettini, portavoz adjunto del Vaticano.
La fotografía del papa Francisco sonriendo cuando le entregaron el cartel con la leyenda ‘Es tiempo de diálogo entre Argentina y Reino Unido por Malvinas’, tuvo amplia repercusión en la prensa argentina, su país de nacimiento.
Argentina y Reino Unido se disputan la soberanía de las islas desde 1833, cuando tropas británicas se apoderaron del archipiélago austral y expulsaron a una pequeña población argentina. Ambos países se enfrentaron en una guerra por ese archipiélago en 1982, que terminó con la rendición de Argentina y la muerte de 649 argentinos y 255 británicos.
El Vaticano recalcó que el papa ha querido siempre mantener el contacto físico con los fieles que asisten a las audiencias y con frecuencia recibe regalos, objetos, abraza y besa a las personas e inclusive llega a beber ‘mate’, la bebida típica que sus compatriotas le ofrecen.
El portavoz del Vaticano sostiene que dejarse tomar la foto no puede ser interpretado como una toma de posición específica.
La presidenta argentina, Cristina Kirchner, se sumó a la divulgación de la foto, así como representantes del Gobierno quienes subieron la imagen del papa con el cartel en las redes sociales.
La causa argentina por Malvinas cuenta con el respaldo de América Latina y de numerosos países del mundo. La fundación argentina Diálogo por las Malvinas lanzó una campaña mundial para que se cumpla la resolución 2065 de las Naciones Unidas, aprobada hace 50 años, que insta a Reino Unido y a Argentina a sentarse a negociar.
Francisco recibió el cartel de manos de Gustavo Hoyo, coordinador de la campaña, que ha recibido el apoyo de políticos como el presidente boliviano, Evo Morales, y numerosas personalidades del mundo de la cultura.
El año pasado, Francisco saludó y dedicó varios minutos a un grupo de excombatientes argentinos de la guerra de las Malvinas durante una audiencia del miércoles. «Nos exhortó a seguir trabajando por la paz», contó uno de los 39 asistentes al encuentro.
El cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy papa Francisco, aseguró en 2012 que las Islas Malvinas eran un territorio «usurpado». «Son nuestras», declaró, una afirmación que suscitó reacciones en Reino Unido cuando resultó elegido como representante de la Iglesia Católica en marzo de 2013.
Inmediatamente después de ser elegido pontífice, la presidenta Kirchner solicitó a Francisco su mediación para que Londres acepte sentarse a negociar sobre la soberanía del archipiélago. El tema no fue abordado durante la reunión el año pasado en el Vaticano entre la reina de Inglaterra, Isabel II, y el papa.
El entonces embajador británico ante la Santa Sede, Nigel Baker, recordó que el Vaticano se ha mantenido históricamente neutral sobre el asunto.
Por su parte, el Gobierno argentino celebró hoy que el papa Francisco aceptase sostener en público un cartel que reclama diálogo sobre la soberanía de las islas Malvinas y dijo que, con su gesto, se puso a favor de la reclamación de Buenos Aires para que el Reino Unido se siente a negociar.
«Hoy no hay ningún país del mundo que le reconozca derechos sobre las islas al Reino Unido y el papa lo que ha hecho es simplemente pedir lo que se viene reclamando en todos los foros, que es que se sienten a dialogar», sostuvo hoy el jefe de Gabinete de Gobierno, Aníbal Fernández, durante su rueda de prensa diaria.
El pontífice, dijo Fernández, «no es cualquier persona» e interviene cuando «ve las cosas que no están bien», como en el caso de la situación de Oriente Medio o la relación entre Cuba y Estados Unidos, en los que «siempre se pronunció en favor del diálogo».
El Gobierno británico rechaza negociar con el argumento de que la decisión corresponde a los malvinenses, que se pronunciaron en 2013 a favor de seguir siendo británicos en un referéndum no reconocido internacionalmente.
(RD/Agencias)