Son sus papa-boys, los chicos del Papa de la misericordia
(José M. Vidal).- Tras la solemne misa del Jubileo, el Papa entregó a un grupo de adolescentes, un crucifijo como señal de envío.Y les dijo: «Volved a casa, con la alegría de vuestra identidad cristiana. En pié, con la cabeza alta y vuestro carnet de indentidad cristino en vuestro corazón». Antes, recordó a los jóvenes beatificados ayer en Burgos, junto al sacerdote Valentín Palencia, asi como a los secuestrados «desde hace tanto tiempo en Siria», para los que pidió su rápida liberación.
Saludos antes del regina Coeli
«Mi pensamiento se dirige a vosotros, queridos muchachos y muchachas»
«Habéis venido para vivir momento de fe»
«Gracias por vuestra alegre testimonio»
«Seguid adelante con valentía»
«Ayer, en Burgos, España, se proclamaron beatos el sacerdote Valentín Palencia y cuatro jóvenes mártires, asesinados por su fe, durante la guerra civil española. Alabemos al Señor por estos testigos y supliquemos que, por su intercesión, libere al mundo de toda violencia»
«Preocupación por los secuestrados desde hace mucho tiempo en Siria. Que Dios toque el corazón de los secuestradores y liberen a nuestros hermanos. Os invito a todos a rezar por ellos, sin olvidar a las demás personas secuestradas en el mundo»
Y terminado el regina Coeli y la bendición, Francisco, después de hora y media de misa, se acercó a darse un baño de ternura con sus curas. Durante más de 20 minutos, abrazó, saludó, bromeó y se hizo selfies con los sacerdotes animadores de los chavales.
Después, se subió al papamóvil, para saludar de cerca a los chavales que llenan la Plaza de San Pedro. Son sus papa-boys, los chicos del Papa de la misericordia.
Texto completo de las palabras del Papa antes del rezo del Regina Coeli:
Al final de esta celebración jubilar, mi pensamiento se dirige en particular a ustedes, queridos chicos y chicas. Han venido de Italia y de todo el mundo para vivir momentos de fe y de convivencia fraterna. Gracias por su alegre y bullicioso testimonio. ¡Vayan adelante con coraje!
Ayer, en Burgos (España), fueron proclamados beatos el sacerdote Valentín Palencia Marquina y sus cuatro compañeros mártires asesinados por su fe, durante la Guerra Civil española. Alabamos al Señor por estos testigos valientes suyos y por su intercesión le suplicamos que libere al mundo de toda violencia.
Siempre está viva en mí la preocupación por los hermanos obispos, sacerdotes y religiosos, católicos y ortodoxos, secuestrados desde hace mucho tiempo en Siria. Que Dios Misericordioso toque los corazones de los secuestradores, y conceda lo antes posible a nuestros hermanos y hermanas, que sean liberados y puedan regresar a sus comunidades. Por esto los invito a todos a rezar, sin olvidar a las otras personas secuestradas en el mundo.
Encomendamos todas nuestras aspiraciones y nuestras esperanzas a la intercesión de María, Madre de Misericordia.