Francisco canceló las audiencias generales públicas de los miércoles, que se retomarán en agosto en el Aula Pablo VI, y no en la plaza de San Pedro, para evitar el calor de Roma, así como las recepciones privadas y la misa
El papa ha renunciado a pasar los meses de julio y agosto en la imponente villa pontificia de Castel Gandolfo, un palacio fortificado del siglo XVII a orillas del Lago Albano, por quinto año consecutivo.
Francisco permanecerá en la habitación 201 del segundo piso de Casa Santa Marta, donde reside habitualmente, trabajando, aunque con un ritmo más pausado.
A sus 79 años, el Papa conserva algunas de las costumbres de cuando era cardenal en Buenos Aires y no hará las maletas para irse a descansar -como sí hacían sus predecesores- sino que sólo reducirá la carga de su agenda.
De hecho, el complejo estival pontificio -situado a unos 40 kilómetros de la capital italiana- fue trasformado en un museo para los turistas, aunque sólo están abiertas al público unas cuantas salas que albergan vitrinas con los ornamentos litúrgicos pertenecientes a anteriores pontífices, así como sus retratos.
Él mismo explicó a los periodistas en el vuelo papal de regreso a su viaje Corea del Sur hace dos años el porqué de esta decisión: «La última vez que tomé vacaciones fuera de casa fue en 1975… Desde entonces las tomo -¡de verdad!- en mi hábitat. Cambio de ritmo, duermo algo más, leo cosas que me reposan, escucho algo de música, rezo más… Y todo eso me descansa», relató entonces.
Ya desde hace quince días, Francisco canceló las audiencias generales públicas de los miércoles, que se retomarán en agosto en el Aula Pablo VI, y no en la plaza de San Pedro, para evitar el calor de Roma, así como las recepciones privadas y la misa que cada día a primera hora de la mañana celebra en la capilla de la Casa Santa Marta.
En cualquier caso, el Pontífice no ha interrumpido definitivamente su tarea evangelizadora ya que continuará rezando cada domingo el ángelus, asomado a la ventana de su estudio privado en el Palacio Apostólico del Vaticano. Además, durante el periodo estival seguirá trabajando en la redacción de documentos y discursos para el resto del año.
Además, a finales de julio, Francisco deberá hacer frente a una importante tarea: la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Cracovia, donde llegará el 27 de julio para reunirse con decenas de miles de jóvenes de todo el mundo. El próximo evento destacado de la agenda pontificia tendrá el próximo 4 de septiembre, cuando canonizará a la Madre Teresa de Calcuta.
Francisco se levanta a las 4:00 de la mañana para rezar todos los días. Durante todo el año recibe gente desde primera hora de la mañana hasta antes de cenar. Antes de acostarse, el Papa suele dedicarse a la revisión y corrección de documentos y a responder algunas cartas.
(RD/Ep)