Tener coraje no significa tener garantía de éxito. Coraje para luchar, no para vencer, para anunciar no para convertir"
(José M. Vidal).- Una vez más, en el ángelus, el Papa Francisco denuncia con crudeza al Isis que, en Irak, y especialmente en Mosul, «asesina a sangre fría» a ciudadanos inocentes. El Papa dice que tanta crueldad le hace «llorar y nos deja sin palabras». Ante esta situación, tan prologanda en el tiempo, solicita a los iraquíes que sean fuertes, para «poder caminar hacia un futuro de seguridad, reconciliación y paz».
Algunas frases de la catequesis del Papa
«Hoy es tiempo de misión y tiempo de coraje»
«Tener coraje no significa tener garantía de éxito»
«Coraje para luchar, no para vencer, para anunciar no para convertir»
«Valentía paras ser alternativos, sin ser polémicos o agresivos»
«Valentía para abrirnos a todos»
«Valentía para resistir a la incredulidad, sin ser arrogantes»
«Valentía del publicano del Evangelio, que, con humildad, no se atreve ni a levantar los ojos al cielo»
«Hoy es tiempo de valentía. Hoy hace falta valentía»
«La Virgen, modelo de la Iglesia en salida, nos ayude a ser discípulos misioneros»
Algunas frases del Papa después del ángelus
«En estos momentos dramáticos, estoy cercano a la población de Irak, especialmente a la de la ciudad de Mosul. Nuestras almas están sacudidas por los desenfrenados actos de violencia que, desde hace tiempo, se está cometiendo contra ciudadanos inocentes, sean musulmanes, cristianos o pertenecientes a otras etnias y religiones»
«Estoy dolido por las noticias del asesinato a sangre fría de numerosos hijos de esta nación, especialmente niños. Esta crueldad nos hace llorar, dejándonos sin palabras»
«La solidariedad se acompaña con mi recuerdo en mi oración, para que Irak sea fuerte en la esperanza de poder caminar hacia un futuro de seguridad, reconciliación y paz»
«Os pido a todos vosotros que os unáis a mi oración en silencio»
Saluda a los polacos, que recuerdan en Roma y en su patria el 1050 aniversario de la presencia del cristianismo en Polonia.
También saluda a los miembros de las corales italianas.
«Un pensamiento especial a la comunidad peruana de Roma, aquí reunida con la sagrada imagen del Señor de los Milagros»
Texto íntegro de las palabras del Papa Francisco antes del rezo del Ángelus
¡Queridos hermanos y hermanas, buenos días!
Hoy la segunda lectura de la Liturgia de la Palabra nos presenta la exhortación de San Pablo a Timoteo, su colaborador e hijo predilecto, en la que reflexiona sobre la propia existencia de apóstol totalmente consagrado a la misión (cfr 2 Tm 4,6-8.16-18). Viendo ya cercano el final de su camino terrenal, la describe en referencia a tres estaciones: el presente, el pasado, el futuro.
Al presente, lo interpreta con la metáfora del sacrificio: «Yo estoy a punto de ser sacrificado» (v. 6). Por lo que se refiere al pasado, Pablo indica su vida transcurrida con las imágenes de la «buena batalla» y de la «carrera» de un hombre que ha sido coherente con los propios compromisos y las propias responsabilidades (cfr v. 7); en consecuencia, confía en el reconocimiento futuro por parte de Dios, que es «juez justo» (v. 8). Pero la misión de Pablo ha resultado eficaz, justa y fiel solamente gracias a la cercanía y a la fuerza del Señor, que ha hecho de él un anunciador del Evangelio a todos los pueblos. He aquí su expresión: «El Señor me ayudó y me dio fuerzas para anunciar íntegro el mensaje, de modo que lo oyeran todos los gentiles» (v. 17).
En este relato autobiográfico de San Pablo se refleja la Iglesia, especialmente hoy, Jornada Misionera Mundial, cuyo tema es «Iglesia misionera, testimonio de misericordia». En Pablo la comunidad cristiana encuentra a su modelo, en la convicción que es la presencia del Señor la que hace eficaz el trabajo apostólico y la obra de evangelización.
La experiencia del Apóstol de los gentiles nos recuerda que debemos comprometernos en las actividades pastorales y misioneras, por un lado, como si el resultado dependiese de nuestros esfuerzos, con el espíritu de sacrificio del atleta que no se detiene ni siquiera ante las derrotas; por otro lado, sabiendo que el verdadero éxito de nuestra misión es un don de la Gracia: es el Espíritu Santo que hace eficaz la misión de la Iglesia en el mundo.
¡Hoy es tiempo de misión y es tiempo del coraje! Coraje de reforzar los pasos vacilantes, de retomar el gusto de gastarse por el Evangelio, de readquirir confianza en la fuerza que la misión trae consigo. Es tiempo del coraje, también si tener coraje no significa tener la garantía del éxito. Nos es pedido el coraje para luchar, no necesariamente para vencer; para anunciar, no necesariamente para convertir. Nos es pedido el coraje para ser alternativos al mundo, pero sin convertirnos jamás en polémicos o agresivos.
Nos es pedido el coraje para abrirnos a todos, sin disminuir jamás lo absoluto y único de Cristo, único salvador de todos. Nos es pedido el coraje para resistir a la incredulidad, sin volvernos arrogantes. Nos es pedido también el coraje del publicano del Evangelio de hoy, que con humildad no se atrevía a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo ¡Oh Señor, ten piedad de este pecador! Hoy es tiempo del coraje. ¡Hoy es necesario el coraje!
La Virgen María, modelo de la Iglesia «en salida» y dócil al Espíritu Santo, nos ayude a todos a ser, en la fuerza de nuestro Bautismo, discípulos misioneros para llevar el mensaje de la salvación a la entera familia humana.