Un sujeto violento, fanático y deseoso de morir en nombre de Dios para comprar el paraíso y con sentimientos de venganza contra el estado italiano
(J. B./Agencias).- Las amenazas contra el Papa, y contra el Estado Vaticano, han sido continuas en las últimas décadas. En meses recientes, ha sido el Estado Islámico quien ha subrayado su intención de «conquistar» Roma y colocar su negra bandera en la cúpula de san Pedro. Entretanto, la Policía italiana trabaja, y ha frustrado un intento de ataque contra el Vaticano.
Según explicó anoche el ministro de Interior, Angelino Alfano, las autoridades italianas expulsaron a un ciudadano marroquí después de que ésste hubiera reconocido su volunta de «atentar en el Vaticano con un coche lleno de explosivos y un kalashnikov».
Alfano explicó en un comunicado que el ciudadano, de 32 años, ya cumplía condena por delitos comunes en una prisión de la localidad de Cassino (sur). Por el momento, se desconocen sus posibles vínculos con el Estado Islámico, aunque las autoridades italianas han podido comprobar que «se había radicalizado» durante otra detención en la cárcel Regina Coeli de Roma y «había sido señalado como responsable de adoctrinar a otro arrestado«.
Durante su estancia en la cárcel, el expulsado «había confiado a un compañero su intención de cometer, una vez libre, un atentado en el Vaticano, utilizando un coche lleno de explosivos y un kalashnikov», que habría conseguido «a través de su contacto en Roma».
El presunto terrorista fue expulsado ayer de Italia en un avión con destino Casablanca, donde sería puesto a disposición de las autoridades marroquíes, precisó Interior. El comunicado describe al hombre como «un sujeto violento, fanático y deseoso de morir en nombre de Dios para comprar el paraíso y con sentimientos de venganza contra el estado italiano».
Con esta expulsión, son ya 128 las realizadas contra sujetos considerados peligrosos desde enero de 2015 hasta la actualidad, 62 de ellas solo en 2016.