En la vida hay dificultades, siempre. Pero no se dejen intimidar, porque las dificultades se superan con la fe, con la fuerza y con el coraje
(Jesús Bastante).- ¿Se paga para ser Papa? ¿Se hace un sorteo? ¿Quiénes son los que eligen al Papa? Estas fueron algunas de las preguntas con las que se encontró el Papa Francisco este domingo, durante su visita a la parroquia de Santa María Josefa de Roma. Un encuentro marcado por las risas, los selfies y las confidencias del Papa pastor a los pequeños.
«¿Quién creéis que era el más inteligente del Cónclave?«, preguntó un divertido Francisco. «¡Usted!», respondieron los pequeños. «No siempre los cardenales eligen al más inteligente. Quizá el elegido no es el más inteligente, ni el más astuto, o el más dispuesto a hacer lo que se necesita. Pero es el que Dios quiere para ese momento de la Iglesia».
«Los cardenales se juntan, hablan unos con otros, piensan… hablan entre sí acerca de lo que la Iglesia necesita… y el Señor envía el Espíritu Santo, que nos ayuda en la elección. Entonces, todo el mundo da su voto, y el que tiene dos tercios es elegido Papa», explicó el Pontífice, quien apuntó que «es un proceso de mucha oración», y que los «candidatos» al puesto «no tienen que pagan, no hay amigos que empujan, no, no…»
«El Papa debe morir como todos los demás, o retirarse, igual que el gran Papa Benedicto, y otro llegará, que será diferente, tal vez será más inteligente, o menos, no se sabe. Pero vendrá de la misma manera: elegido por un grupo de cardenales dirigido por la luz del Espíritu Santo», recalcó.
Durante la charla improvisada se vio al Francisco más cercano, al que disfruta con los más pequeños, que deja que los niños se acerquen a él. Y que cuenta sus confidencias. Por ejemplo, que de pequeño «quería ser carnicero. Iba al mercado con mi abuela, y veía cómo el carnicero hacía las piezas de carne. Y me gustó. Y le dije: ‘Cuando sea grande, voy a ser carnicero'».
También reveló sus problemas de salud. «He tenido algunos momentos difíciles. Cuando tenía 20 años, estuve a punto de morir de una infección, y me tuvieron que quitar una parte de un pulmón. Pero el Señor me trajo de nuevo», explicó a los chicos.
«Todos tenemos momentos difíciles en nuestra vida. La vida es un regalo de Dios, pero también tiene momentos malos, que hay que superar y seguir adelante», recordó Francisco. «En la vida hay dificultades, siempre. Pero no se dejen intimidar, porque las dificultades se superan con la fe, con la fuerza y con el coraje».