Vattimo aseguró que, en este momento, la tarea de los cristianos debería ser la de dejar 'las cantidades' de la Iglesia, por ejemplo, su excesivo patrimonio
(José M. Vidal/Notimex).- El famoso filósofo italiano Gianni Vattimo, ícono del progresismo radical y padre del «pensamiento débil», continúa mostrándose entusiasmado con el Papa Francisco y asegura que lo critican «porque está en lo correcto».Está convencido que Bergolgio representa «una gran ocasión de renovación para la Iglesia», asi como «una amenaza para el tradicinalismo».
En entrevista con Notimex, el estudioso del existencialista alemán Friedrich Nietzsche y ex parlamentario europeo, destacó que Jorge Mario Bergoglio «es uno que recorta, que purifica un poco, que hace cosas no necesariamente placenteras».
«Francisco es una gran ocasión para la Iglesia. Existen Papas que representan una oportunidad para la renovación y la transformación. Por ahí exagero, comprendo que el Papa es siempre el Papa, debo recordarme muy a menudo que un Papa no puede hacer todo, sólo algunas cosas», dijo.
«Pero estoy convencido que él (el Papa Francisco) tiene una buena intención y paradójicamente tienen razón aquellos que lo ven como una amenaza para la Iglesia porque es una amenaza para la Iglesia tradicionalista, es uno que -en el fondo- afronta los problemas», agregó.
Al mismo tiempo, como «un fiel periférico», se mostró preocupado. Espera que el pontífice pueda ser tan equilibrado como para deshacerse de muchas cosas obsoletas de la Iglesia sin «arruinar» la experiencia de fe de los creyentes.
«El Papa, en su esfuerzo de renovación y actualización, de poner la Iglesia al nivel de los pobres, afronta un problema de equilibrio, él debe actuar correctamente y lo que hace no debería escandalizar. Es un delicadísimo momento de transformación en la Iglesia», consideró.
En otros tiempos Vattimo habría dicho que era «ateo gracias a Dios», pero ahora parece haber cambiado de opinión. Aunque no lo aceptó abiertamente y confesó que vive «un cristianismo muy de viejita», que incluye recitar las oraciones tradicionales.
Más adelante, explicó que su ateísmo se deriva de su negación a creer en el «Dios de los filósofos», el «Dios moral», supremo garante del orden en el mundo capitalista. «¿A nosotros qué nos interesa de ese Dios capitalista?», cuestionó.
«La Iglesia durante muchos siglos, especialmente en Europa, ha sido una especie de instrumento de conservación, pero actuando así terminó por conservar sus propios privilegios. Esto es algo que el Papa está dejando atrás», añadió.
Vattimo aseguró que, en este momento, la tarea de los cristianos debería ser la de dejar ‘las cantidades’ de la Iglesia, por ejemplo, su excesivo patrimonio. Pero aclaró que no quiere decir que se deben vender los Museos Vaticanos. «Quizás tener alguna cosa menos no hará ningún daño», continuó.
Si bien insistió en su convencimiento de que la Iglesia se reduzca, en algunas de sus partes, jamás postuló su desaparición ni mucho menos. Reconoció que, sin el catolicismo, él jamás habría tomado contacto con el evangelio.